Clases nuevas.... tortura nueva!

Las clases han comenzado y con ellas el acostumbrado trajín! Hoy, como aviso de lo que vendrá, pasé hambre y me reí de las caras tontas que ponen algunos cuando me ven, pero, después de todo, ¿Tienen por que hacerlo no? En fin. Dejemos eso!
La cosa es que hemos vuelto y la U sigue como siempre, FOME, árida y sin nada de diversión! Para colmo, el metro va lleno hasta el tope y uno llega tarde, pero el retraso no se produce tanto en el metro como en buscar la sala en ese campus tan grande.
Quizá lo único bueno, fue que vi nuevamente a mis amigos (los que ya no se ríen cuando me ven) y que descubrí a nuevos profes, que avanzan inexorablemente hacia el entendimiento.
Hemos vuelto y se acabaron las levantadas tardes, las siestas vespertinas, las llenadas opíparas e incluso, mi constante uso del Chat! Ah…. Bienvenida universidad! Bienvenidos los profes y sus teorías incomprensibles. Bienvenidas las filas ante los computadores y las fotocopias y, sobre todo, bienvenido fastidio estudiantil!
Que pena que ya estemos en quinto y no podamos irnos de farra, después de las clases de literatura medieval, para irnos de “vagos por el mundo” a tomar una cerveza o cocacola, o simplemente comernos una hamburguesa o chorrillana y conversar de nuestras cosas! Pero en fin…. Esos tiempos…. No volverán!... O sí?
Mis queridos lectores! Sé que algunos de ustedes acaban de entrar también! ¿Cómo fue su día de clases?
Yo estoy aquí, tratando de reponerme, intentando verle el lado bueno, como se puede ver en este post. Tratemos de buscarle lo positivo, sin caer en el moralismo y en las visiones de futuro, que son tan adultas! ¡Los desafío! Un abrazo gigante y hasta la otra!

PD. Me cargan las guatitas, los chunchules, las prietas y…. el ñache!