jueves, 31 de diciembre de 2009

¡Año nuevo!

Ya es vieja la discusión acerca de “si la navidad o el año nuevo” y yo tengo muy claro cuál es mi preferida. Para mucha gente, ésta es una oportunidad de pasarlo con amigos, hacer fiestas más desenfrenadas y disfrutar al máximo.
Eso es entretenido, porque incluye, generalmente, comida rica, música alta, supersticiones con lentejas y uvas, y bailes. Yo no bailo, pero sí disfruto mucho de la comida de estas fiestas; claro que lo pago después, cuando no me entra nada.
Para mí, sin embargo, estos días son interesantes para reflexionar sobre lo que ha sido este año. En mi caso ha sido el primero en que he trabajado de forma estable, ganado dinero de forma estable y cumplido responsabilidades de forma estable. Evalúo bien ese aspecto, básicamente, porque siempre es positivo poder desempeñarse en lo que uno quiere, por encima de los miedos y prejuicios, tocados ya hasta el hartazgo.
Aún no concreto cosas como la casa o ideas más grandes, pero estamos en camino. Me alegra haber llegado al final de este año con mi familia tranquila y sobreviviente nada más que de peleas cotidianas. Hay ciertas cosas que mejorar, desamores que evitar, pero los tengo conmigo y eso es suficiente.
Tendré dinero en mi bolsillo a las doce, para que no me falte el 2009, no porque haya estado realmente carente, pero sí, porque quiero sentir que puedo contribuir más sólidamente a la economía de mi familia.
El aspecto amoroso… sigamos corriendo un tupido velo sobre él, porque no quiero deprimirme jeje. ¡“ya llegará, lunático”!
Nada. Quiero que lo pasen increíble, queridas y queridos, porque desde que retomé la escritura de este blog, ustedes también han comenzado a compartir mi vida, leyendo, comentando, y haciéndome saber que están ahí cuando se les necesita. Gracias por todo lo entregado durante el año. Espero que el otro podamos vernos más con aquellos que estuvieron lejos y seguir compartiendo con quienes se han mantenido cerca en todo momento.
He conocido gente re importante este año y para ellos, redobladas gracias por darle cabida a este loco complejo y sensiblón que los quiere y les desea lo mejor para el año nuevo que vamos a comenzar.
Sé que algunas cosas están funcionando ahí nomás, pero también sé que con esperanza y trabajo, es posible mejorarlas. Yo estoy dispuesto, porque amor aún queda. Por último, hagan sus listitas con lo que esperan del año que comenzará, para que junten todo lo que son y lo concreten; brinden con sus seres queridos, disfruten la oportunidad y desafío que significa un año más de vida.
Espero, finalmente, que aquellos que no pueden pasar esta fiesta como quisieran, tengan aunque sea un poco de tranquilidad o disfrute, además de un minuto para pensar y buscar los elementos que les permitan comenzar a planificar una fiesta en que las cosas sean mejores.
Que tengan una linda noche, comienzo de un año mejor que el que se va.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Nueva ley de discapacidad

Se nos termina el 2009 y no quiero que se vaya sin antes mencionar un acontecimiento que me llena de orgullo. Se trata de la aprobación de la nueva ley de discapacidad, ocurrida el 16 de diciembre. El lector avisado cuestionará el desfase con que comento el asunto, pero es que yo mismo soy desfasado y, además, quería vincularlo con otras cosas que han sucedido, relativas a lo mismo:
Vamos por parte. Respecto de las modificaciones que establece la nueva ley se encuentran, en primeros términos, las nuevas posibilidades de acceso que las personas sordas tendrán a las campañas políticas televisivas, así como a todos los contenidos gubernamentales, los cuales deberán transmitirse también a través del lenguaje de señas. De igual forma, se deberán rotular alimentos e insumos en Braille, de modo que indiquen fechas de vencimiento y elaboración. Esto parece simple y casi absurdo que no se estuviese haciendo ya, pero la realidad es que nos facilitará la vida bastante a los topillos que, como yo, siempre necesitan ayuda para ir al supermercado.
Además, la ley se ocupa de la inserción laboral, pues obliga a los empleadores a adecuar las formas de evaluación tradicionales, en caso de contratar gente con discapacidad. Esto permitirá competir en igualdad de condiciones y reducir el prejuicio que ya tiñe el proceso que un discapacitado emprende al momento de buscar trabajo.
Por último, la infraestructura de los edificios gubernamentales importantes deberá acondicionarse para personas con dificultades motrices.
Eso entre otras cosas. Por mi parte, creo que es un tremendo avance, pues, tal como decía una bloggera, refleja una mirada distinta respecto de las personas discapacitadas. Son pequeñas esperanzas que apuntan a una vida más igualitaria, centrada en el respeto de las posibilidades que tenemos por el sólo hecho de estar también inmersos en esta sociedad. Es una valoración de las potencialidades que sé están en nosotros, sólo necesitamos pequeñas ayudas, y gracias a este tipo de gestiones, se contribuye a romper prejuicios y a reducir brechas.
Espero que realmente haya un cumplimiento efectivo de esta nueva ley, porque no quisiera volver a escuchar cosas como que “el papel aguanta todo” o “suena bonito” ambas frases de amigos.
En fin. Esto por ahora; actualizaré pronto. Un abrazo para todos y todas.

jueves, 24 de diciembre de 2009

¡Navidad navidad!

Quienes leen este espacio en forma medianamente regular, saben lo contento que a mí me pone esta fiesta. Me hace mucha ilusión pensar en que para muchos, es un día especial, más allá del cliché y lo relativo a regalos o viejos pascueros muertos de calor.
Me resulta difícil pensar en una forma original para desearles una feliz navidad, porque realmente, qué forma de repetirse los saludos, las fórmulas y todo aquello. Creo que trabajar en un espacio como mi "querido colegio" me ha vuelto más consciente de que hay mil formas de vivir este día. No obstante, bien por debajo de las carreras por el mall, de los empujones por la calle y los precios exorbitantes, sigo pensando que hay un airecillo muy rico de respirar, que habla de esperanza, de unidad y que muchas veces se traduce en el saludo de un desconocido que te ayuda en el metro, de la viejita que vende hierbas cerca de la casa, o en los villancicos que la gente anda murmurando bajito, así como para que no se escuche mucho.
Ese airecillo refresca y me hace pensar en que desde las carencias que todos podemos tener en este día, nos rearmamos para ofrecernos en la preparación de una cena, o en un regalo pensado, en un saludo sincero, o un abrazo sencillo. Y es que ese airecillo se traduce a mi entender, en las ganas de compartir, en la necesidad de otro, en la posibilidad de amar y ser amado, cosas que hacen que al menos nos sonrojemos si las mencionamos en otros días.
Por mi parte, quiero mandarles un abrazo tremendo, que alivie a quienes lo pasan malito hoy, más allá de sus deseos, y acompañe la alegría que sé que muchos tendrán esta noche. Espero que puedan detenerse un momento para sentir ese airecillo, ese espíritu que nos congrega hoy, por encima del credo, para que puedan ofrecer a los suyos lo mejor de cada uno.
Y a ti, bienvenido otra vez. Es rico saber que vienes, porque nos das esperanzas. Permítenos sentirte en otros y recordar todo el tiempo los regalos que a ti te hacen feliz.
Feliz navidad para todos.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Invitación

El título es autoexplicativo, pero vamos de todos modos a ello.
Como algunos ya saben, gran parte de este año me la he pasado cantando. Cuatro coros es una linda experiencia, pero bien agotadora. He conocido gente estupenda y compartido mucho más con personas que ya formaban parte de mi vida. Por otro lado, el mismo hecho de cantar ha contribuido a catalizar mis emociones y, en ese mismo sentido, me ha ayudado a manejarlas mejor y no sucumbir cuando los matices cotidianos se ponían verdaderamente complejos.
Hemos trabajado mucho este año y qqueremos compartirlo con la comunidad y la gente que nos importa. Para ello, en el coro José Miguel Carrera hemos organizado un concierto de navidad, junto al coro Lex, de la facultad de derecho, Universidad de chile y la orquesta Collegium Musicum.
Estamos muy motivados por las características del evento, pues para la mayoría es una novedad cantar con una orquesta, interpretar obras complejas y compartir con otros coros.
El evento tendrá lugar mañana sábado 19 a las 21 hrs. En la iglesia del ex colegio Claretiano, Parroquia san Antonio María Claret. Esto queda en el paradero 9 de Gran avenida.
Interpretaremos el Salmo 117 de Georg Philipp Telemann, obras para trompeta solista,obras orquestales y villancicos navideños.
Ojalá quienes leen esto se animen y puedan asistir.
Un abrazo grande para todos, que se viene se viene la navidad.

Ps: Han pasado algunos días ya del concierto y unos muchachos del coro subieron parte del mismo a youtube.
Recomiendo principalmente Teleman y Noche de paz.
¡Abrazos!.


http://www.youtube.com/watch?v=noZg8zEEQkw

http://www.youtube.com/watch?v=CdSrntRtE4I

domingo, 13 de diciembre de 2009

Elecciones

No soy un topo activista, ni mucho menos politiquero, sin las calificaciones peyorativas que normalmente exigirían ese término. No obstante, creo que la Historia se construye día a día y que hay momentos en los que debe consignarse alguna opinión.
Así, desde que este blog lleva funcionando, he dejado de decir cosas en momentos re importantes para la Historia mundial, en múltiples aspectos. Descuidos, supongo, e intentaré que no se repitan, no por lo trascendente que pueda ser mi opinión, pero sí, porque la participación en la Historia en que a uno le tocó vivir es algo que valoro, aunque sea en forma de una opinión.
En fin. Hoy son las elecciones presidenciales y parlamentarias de Chile y me pareció justo poner algunas cosas.
Primero que todo, agradecer la relevancia que se le ha dado al “Voto asistido” para personas con discapacidad, porque al margen de que yo prefiera que sea autónomo, efectivamente mejora el proceso y lo hace más expedito. Un avance, me parece, en vías de cosas mejores. Esto contrasta diametralmente con lo que ha constituido la propia campaña electoral, en la que he echado de menos alusiones reales a la inclusión o a la propia discapacidad.
Recuerdo momentos memorables como la visita de los cuatro candidatos a la Teletón, con caricaturas de ellos mismos, para prometer gestión de empleos más dignos y repetir otra vez lo que todos conocemos. Recuerdo también que en el primer debate televisivo no apareció el tema de la discapacidad y recuerdo también la franja de uno de ellos en que aparece cierta mención a esta temática.
Valoro poderosamente que sea tema hoy la inclusión real de minorías como homosexuales o indígenas, pero quisiera que la mirada no se apartara de nosotros, no para escuchar lo que siempre se dice, claro, pero sí para pensar en que también somos chilenos y que además de necesitar las mismas oportunidades, tenemos que peleárnoslas con más energía, por lo que una manito inteligente no nos vendría nada mal.
Yo espero realmente que gane el que mejor le haga al país, el que verdaderamente sepa conducirnos por un camino mejor y más humano, porque al margen de que tengamos que hacer las mismas cosas, gane quien gane (como dicen algunos) anima saber que te conduce alguien que cree en ti, que lucha por ti y que valora de un modo justo y honrado el dinero.
Supongo que volveré sobre este tema en enero, como están las cosas, pero de momento, espero nervioso, como todos, un poco mareado entre tanta promesa. Eso por ahora. Un abrazo grande para todo el que lee esto y nos vemos a la otra.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Reseña

“Soñó con figuras negras que se deslizaban de un sitio a otro, esquivando la luz, para reunirse bajo la luna. Figuritas negras con ojitos rojos y afilados dientes amarillos.
Figuritas que empezaban a cantar:

Somos pequeñas pero somos muchas,
somos muchas y somos pequeñas,
estábamos aquí antes de que llegaras,
seguiremos aquí cuando te caigas.” (Neil Gaiman Coraline)

Estoy acostado, sin nada que hacer, disfrutando de una mañana, como hace mucho tiempo no hacía. Digamos que calculé mal y lo que pensé sería una mañana familiar, resultó un comienzo de semana para leer y flojear, rico hasta el hartazgo.
Quise escribir, porque acabo de terminar un libro tremendamente inquietante y quería comentarlo con ustedes.
Ayer, en una típica conversa por Msn, un primo me habló de “Coraline”. Quedamos de ver su correspondiente adaptación juntos y el asuntito se cerró para mí. No obstante, cuando vi salir esta mañana a mis padres, y comprendí que sería una mañana de soledad, decidí que bien valía la pena adelantarme un poco a la reunión con mi primo y leer por mi cuenta el librito. Es una novela corta de Neil Gaiman y èsta es su contratapa:

Al día siguiente de mudarse de casa, Coraline explora las catorce puertas de su nuevo hogar. Trece se pueden abrir con normalidad, pero la decimocuarta
está cerrada y tapiada. Cuando por fin consigue abrirla, la niña se encuentra con un pasadizo secreto que la conduce a otra casa tan parecida a la suya
que resulta escalofriante.

La solapa sugiere un libro de literatura infantil o quizá con algo de esfuerzo, juvenil. No obstante, es eso, y mucho más que eso.
Como lectores, nos dejamos guiar por el archi conocido inicio de libro infantil clásico, centrado en la figura de un chiquillo o chiquilla más despierto de lo habitual, al que trasladan a un lugar nuevo, que seguramente más de alguna sorpresa va a traer. Este lugar común, dialoga perfectamente con otro (el de los padres despreocupados), para introducirnos en una atmósfera nada desconocida, y casi es posible percibir la sonrisilla socarrona de Gaiman cuando termina de colocar las piezas, con otro típico recurso, a saber, la habitación cerrada y medio prohibida.
No obstante, se trata de Neil Gaiman y este comienzo nada novedoso está flanqueado a ratos por inquietantes alusiones a las ratas y de las ratas, sobre peligros raros, que parecen dibujar la auténtica pesadilla que se tomará la vida de la típica protagonista y heroína, gracia del libro, a mi juicio.
Como sabríamos que sucedería, Coraline traspasa el umbral que le estaba vedado e ingresa en un submundo, bien distinto de Narnia o Fantasía, y más bien semejante a lo que muestra El laberinto del Fauno o incluso Alicia en el país de las maravillas.
Naturalmente, aquí deberá enfrentar enemigos, cristalizados en una mujer horrible, artífice del absurdo mundo en que está inmersa, ladrona de almas, secuestradora de padres, capaz de manejar cadáveres, retorcer, y deformar lo creado. Contará con la ayuda de un gato malas pulgas (intertextualidad clarísima) y unos niños que habían caído como ella, tiempo atrás.
Me encanta la capacidad que derrocha este autor para transformar el típico argumento de cuento de hadas en una inquietante lucha entre el bien y el mal, con gusto a cuento de terror. Dios, pero es que las criaturas horrorosas, la angustia, e incluso la ternura que a ratos se deja ver entre algunos personajes, denota la maestría que exige un buen libro. Completamente recomendable, obviamente para niños, pero quizá incluso para más grandes también.
Lo curioso del asunto es que tras cerrar el archivo del libro (es una lástima que suene tan poco romántico) me quedó la sensación de horror que sólo puede ser curada leyendo más horror. Tomé por tanto el famoso libro de Joe Hill “fantasmas” en su traducción al español y… oohh intertextualidad… ¡el primer cuento traía intertextualidad con Coraline! Es una mención nada, pero me hizo sonreír y pensar en lo entrete que es divagar entre conceptos locos como sincronicidad e intertextualidad.
Esop. De momento, es todo. Un abrazo tremendo y ¡nos vemos a la otra!

viernes, 27 de noviembre de 2009

Procesos finitos

Ha sido una semana un poco horrible, básicamente, porque se echó a perder mi computador, se me juntaron mil cosas de pega y porque mi propio sentido del humor y la tranquilidad se ha ido a buena parte. Obviamente, la cosa de Albus Tomás no es importante por si misma, pues son sus implicancias las que lo terminan por joder todo. Viene la dependencia absoluta para hacer cosas re simples, la molestia completa, porque se desordenan los tiempos y la típica culpa estúpida que baja por no poder respaldar las cosas. Aaah, pero siempre hay gente buena onda en la vida y el asunto ya está casi casi resuelto.
No obstante, no es de esto de lo que yo iba a hablar en este post, pero estoy seguro que comprenderán mi mal humor y perdonarán mi digresión. Hoy fue la última clase formal que tuve con mis alumnos del colegio y estoy algo noqueado aún.
Sé que salvo referencias indirectas, no he hablado mucho del asunto en este pequeño lugar, pero ha sido uno de los pilares que le dieron vida al año. Es complejo comentar todo lo que significaron esos jóvenes en mi vida. Han sido mi primer curso completo y no los olvidaré. Obviamente, el comienzo estuvo marcado por mi inseguridad y su casi forzada necesidad de adaptarse a un profesor topo y además, bien distinto a su antecesor.
Hubo momentos re complicados, en que poco faltó para que desistiera, pero hubo también momentos ricos, en que la simple comprensión de un contenido por parte de alguno de ellos, le daba calor a mi día y me hacía olvidar todo lo malo que hubiese. Incluso muchas veces comentamos con algunos colegas, lo poderosos que son los alumnos y el grado de influencia que su estado de ánimo tiene en nuestros días. Fue un curso complejo, pero mentiría si dijera que no me ayudó en muchos aspectos. Es rico poder decir hoy, que soy capaz de acercarme (no sé si llegar algún día) a entender ciertas cosas propias de su búsqueda, de su proceso natural de encontrarse. Tuve que pasar por varios porrazos para darme cuenta de que no eran yo en versión 2009 y que tenían otras necesidades y otros intereses.
No olvidaré sus pedidos, y trataré de aplicarlos en los futuros cursos. Sé que me equivoqué en mil cosas, pero intenté hacerlo lo mejor que pude, pensando siempre en que podían, en que no les hace mal creer en su capacidad, en que si quieren, pueden llegar hasta donde se propongan.
El colegio donde trabajo encarna un proyecto educativo diferente, centrado en el respeto, la tolerancia y el crecimiento desde nuestras propias fortalezas. Sentí que me dieron el espacio para hacerlo, para crecer y aprender desde lo que me gusta. Me encantaría que alguna vez, ellos también comprendieran que con errores incluidos, eran esos los ideales que intentamos inculcarles.
Espero no romper el lazo con los más cercanos y quizá incluso acercarme a aquellos que la condición de profesor mantuvo apartados. Sé que les va a hacer bien un cambio y también sé que yo he aprendido, crecido y adquirido herramientas para atreverme a más. Nada, una vez más siento que el lenguaje me queda chico y no logro reproducir lo que me sucede. Ni si quiera cuando nos tomábamos la foto, pude decir algo lo suficientemente coherente. Gracias es lo que puedo decir, por ahora.
Sobre la canción de más abajo, simplemente me gusta y no sé bien qué otra razón poner para justificarla, porque decir más, sería, otra vez, caer en lo que se dice siempre.
¡Nos vemos a la otra!

http://www.youtube.com/watch?v=pW-Njfe6zcg

domingo, 15 de noviembre de 2009

coros en el bosque

Es bien típico que cuando hemos comido algo rico, esperamos un buen rato para que el sabor que nos quedó persista y no se tiña con otros, más desagradables.
Esto resume un poco mi estado actual. Comenzaré por el principio, para que no se diga que soy descontextualizado.
A la mitad de este año, un compañero de coro, onda como mi padre en esto de cantar y un gran amigo, me comentó que se estaba organizando un viaje a Argentina, para participar en el encuentro “Coros en el bosque”. Qué me dijeron a mí. Acepté enseguida la idea y aunque lo veía lejano, comencé a juntar mis chauchas para lo que se viniera. Los demás, trabajaron como hormigas y para cuando llegó el momento de sacar los pasajes, la cosa tenía aún tintes irreales.
“ves, no hay plazo que no se cumpla” me dijo mi amigo mientras caminábamos hacia mi primer vuelo en avión, con mil nervios por mi parte y su generosa compañía por otra.
Es rarísimo explicar la sensación que me produjo el despegue. Lo único que sé es que mis dos compañeros de aventuras ayudaron muchíisimo a que los nervios pasaran. No fue nada de terrible, finalmente, pero la novedad lo hacía todo mucho más intenso. La comida, la programación para distraerse durante el viaje, todo era muy choro y nuevo para mí. Por eso, incluso el aterrizaje, con el golpazo que nos dimos, resultó divertido, gracias a los chistes de mis dos amigos, respecto de las clases que probablemente habría reprobado el capitán.
Nos movimos mucho para por fin llegar a destino, pero bien que valió la pena el bus, las caminadas y el calor húmedo de Buenos aires. Oooohh, Pinamar. Si yo hubiese sabido lo que me iba a encontrar, me habría preparado psicológicamente. Es un pueblo hermoso, con playas, bosque, gente agradable y un aire de tranquilidad maravillosamente necesario para mí en este tiempo.
Llegamos de madrugada y nos conquistó de inmediato la amabilidad tremenda de la gente del hotel, que nos recibió antes de la hora, con una sonrisa y buenos deseos. La habitación era increíble y mis dos amigos y yo quedamos instalados de lo más cómodos, con vista al mar “rizado” como insistía en llamarlo uno de ellos.
Ese fue nuestro centro de operaciones y desde allí salíamos los siete a recorrer, comer helados y cosas ricas y a participar en el evento que, finalmente, nos había traído hasta allá. Cómo nos reímos, queridos lectores, de todo hacíamos chistes, incluso de cosas que no puedo escribir aquí, pero es que entre “El chico, el perro y el autito” nos la pasamos en grande. Fue increíble compartir con ellos; yo me sentí ultra cómodo y espero que ellos también lo hayan sentido. Mucha buena onda, mucho compañerismo y cero sustos de los que aparecen siempre cuando se convive un ratito con un topo como yo. ¡Si hasta se dio la cosa para hacerme una que otra broma!
El evento:
Esto de los encuentros siempre está asociado con conocer gente nueva, eventuales romances, y cosas por el estilo. Esto fue muchísimo más, aunque sin romances, creo. Compartir con gente que está en la misma parada de uno, a la que no le parece raro dedicarse al canto coral, es realmente refrescante.
El maestro, increíble, con una voz preciosa y unas dinámicas que utilizaba para enseñar, que ojalá nunca se me olviden, para poder aplicarlas algún día en mis clases. Los demás coreutas fueron muy amables, principalmente un director de un coro Bonaerense que nos grabó las canciones, pues como íbamos de oyentes, no tuvimos tiempo de aprenderlas con anticipación. Gracias a él, logramos enganchar en el alemán, el inglés y recordar los matices del tango, piezas que finalmente interpretamos.
Así, asistimos a conciertos cada noche y cerramos con una presentación espectacular, donde cantamos las obras que aparecen abajo.
Es complejo escribir en tan poco espacio todo lo que hicimos, pero la experiencia fue realmente espectacular. Yo necesitaba un momento así, porque el año se hacía pesado y había que renovar energías. Nada, sólo decir que ojalá podamos volver a ese encuentro, que ojalá volvamos a viajar, porque aunque “De lo bueno poco” también hay que repetir lo bueno.
Un abrazo enorme para quienes leen esto, ánimo que queda poco ya y nos veremos a la otra
Aaahh, aquí les dejo los links en youtube de las canciones que interpretamos, gentileza de los mismos organizadores del evento.

http://www.youtube.com/watch?v=A8pE6M8f_xk

http://www.youtube.com/watch?v=xvb7HQGa28s

http://www.youtube.com/watch?v=EIgNQ_eTWJI

lunes, 26 de octubre de 2009

Apoyos, muchachos

He dejado de escribir por estos días, pero ganas no me han faltado.
En este post, sin embargo, no me extenderé sobre mi vida, mis conflictos o desafíos personales.
Escribo para contarles que mañana, martes 27 de octubre de 2009, se realizará la colecta en beneficio de La corporación de grabaciones para ciegos. Esta institución cumple la labor de grabar en formato audible literatura para las personas ciegas.
El servicio que realizan se cimenta en el voluntariado y al tratarse de una organización no del todo gubernamental, se sostiene en su mayor parte, gracias a las donaciones de particulares.
Es difícil abarcar todo lo que nos genera su existencia, pues no sólo trata de acercarnos a la literatura; brinda además capacitaciones en computación e inglés y se constituye como un centro en el que las personas ciegas podemos compartir e interactuar, con el fin de desarrollar en nosotros autonomía, colaboración mutua y un sentido de inclusión en la sociedad actual.
Es un espacio cálido, donde se transparenta el sentido vocacional de las personas que allí trabajan. Creen en nosotros, apoyan nuestras iniciativas y están allí para escuchar cuando hace falta.
Quisiera hacer extensivo el llamado de la corporación, con el fin de que podamos compartir su labor y ayudar a que ésta continúe. Mañana muchos saldremos a las calles a recolectar los aportes ciudadanos, por lo que nada, si ven a los muchachos, toda la ayuda será bienvenida.
Obviamente, esta situación puntual no es el único modo de ayudar. La corporación está en constante necesidad de voluntarios que quieran leer en voz alta para otros, ya sea desde su casa o con los mismos usuarios.
En fin. Siempre es posible ayudar y la lectura hecha con cariño es un excelente modo de hacerlo, sin perjuicio de que las lucas sean también ultra bien recibidas.
Bueno, espero que sea un día fructífero para los que saldremos, que se logre lo que se necesita y a ustedes, les dejo el link para que se interioricen sobre el trabajo de la Corporación.
Un abrazo grande.
www.ciegos.cl

sábado, 3 de octubre de 2009

Manos generosas

En algún momento de mi vida, me obsesioné con tus manos. No sé bien por qué, pero las veía en las manos de otros y me las imaginaba grandes y fuertes. Eran momentos extraños, de preguntas y definiciones, de lágrimas que resbalaban por certezas. Entre todo eso, tus manos estaban y aunque tenía que verlas cerradas, casi en puños hostiles, se me aparecían abiertas, en una invitación muda para acercarme, esperanzándome con descubrir unos brazos igualmente generosos.
Pasaron esos tiempos y tus manos nunca se fueron. Desaparecieron en el trajín, para forjar destinos, para ofrecer proyectos que parecen opacos ante los signos de nuestros días. No sé cuantos decidieron recibirlos, pero sí sé que aún cuando estoy cierto del rechazo que debiste ver en muchos, sigues mostrando esas manos, llenas de los mismos proyectos, ma´s agrios que dulces, en apariencia, pero llenos de amor.
Tomé mi propio proyecto, con la ilusión viva de no alejarme del que tus mismas manos forjaron para mí al principio y hoy, abrumado por las dudas, he vuelto a acercarme. Nunca me he ido, como seguramente sabes, pero hoy ya no son tus manos las que veo.
Tus hombros han pasado a ocupar ese lugar, porque todo pesa, como pudiste notar cuando decidiste venir a darte una vuelta. Hoy son tus hombros los que reclaman mi atención, pues también tuviste que plegarte al lenguaje y sembrar esperanzas, crear realidad, y apoyado en esa certeza es que contemplo tus hombros, con una suerte de insano anhelo.
Reclamo tus hombros, porque los míos son frágiles, reclamo tus hombros, porque no sé llevar bien aquello con lo que me equipaste desde el principio. Reclamo tus hombros, porque mi propio egoísmo me hace incapaz de encontrar la forma de llevar con tu estilo las cosas que me abruman a diario y me atrevo a pedirlos, sabiendo perfectamente lo bajo de mi pedido.
Sé que al reclamar tus hombros me traiciono y doy traspiés en la racionalidad a la que tanto me aferro, pero al mismo tiempo, sé que también estás en esa racionalidad. Siempre estás y no te vas, nunca te vas y en la pena que surge por la noche, en ese manual de incomunicación que he empezado a construir también estás.
Quizá de verdad no te reclamo nada, sólo doy fe de tu presencia y declaro mi necesidad. Quédate, porque no es fácil, quédate, porque finalmente eres lo único que no pasa. Quédate, si quieres, porque definitivamente puedes.

http://www.youtube.com/watch?v=0u0EH6pTvrU

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Fiestas patrias

El otro día conversábamos con una amiga sobre qué fiesta del año nos gustaba más. Ella se inclinó por el dieciocho y yo por la navidad. Intentó convencerme utilizando la felicidad que parece irradiar la gente, la comida rica y los volantines. Algo me hizo pensar, pero hoy que tuve mis primeras empanadas dieciocheras, mi primera junta en fonda con amigos profes y las primeras ansiedades por que no me fueran a sacar a bailar cueca, le encuentro un gustillo simpático a las festividades nacionales. Creo que algo tiene que ver el hecho de estar participando también en el coro para el bicentenario, pues hasta le he encontrado mucho más sentido a nuestro himno y sin caer en demasiadas afectaciones, me parece bello y muy muy poco valorado.
Hay claramente cosas que no me gustan de estas fiestas, pero quiero obviarlas hoy, porque la cosa no ha andado nada de bien por estos lados y quisiera que fueran fiestas lindas.
Había pensado en escribir cosas sobre la música chilena, la tierra y todo aquello, pero no sé. Creo, realmente, que es una nueva oportunidad para disfrutar con las personas que queremos, independientemente de la comida o el trago. Es un regalo para abrazar mucho, decir que se quiere, sin necesidad de estar borrachos. Yo por mi parte, trataré de detenerme un poco en las letras de las canciones chilenas que escuche y buscaré esa felicidad de la que tanto habló mi compañera ese día.
Espero que lo pasen increíble, que si no se hacen trascendentes estas fechas en sus vidas, por lo menos descansen y coman rico. De paso, aprovecho de invitarlos a “La fonda del nueve” organizada por amigos. Será los días 17, 18 y 19 y el valor de la entrada es de mil pesos, con derecho a una empanada y un bebestible a elección. De siete a tres de la mañana será la juerga diaria y espero que les vaya increíble. Se encuentra en Gran avenida, Parroquia San Antonio María Claret, justo en lo que antes era el quinder del colegio Claretiano.
Por mi parte, después de esta publicidad, me despido, dejándolos con dos canciones chilenas que me gustan muchísimo cortesía de youtube y de gente chora. Para comentarlas, serían necesarios posts individuales. Escúchenlas y léanlas según se encuentren.
Un abrazo enorme, hoy con más fuerza para los que pasan estas fiestas lejos, cuando quisieran estar en Chile.

http://www.youtube.com/watch?v=-QMTJS-CRBQ

http://www.youtube.com/watch?v=GRmre8ggkcY

martes, 8 de septiembre de 2009

De presentaciones y un poema ajeno

He dicho varias veces cuando me preguntan por qué estoy en tantos coros si tengo mil cosas que hacer, que cantar me hace bien, que cantar es una de las formas como elimino la mala onda o el cansancio y me repongo para seguir. Casi nunca lo digo, pero creo además, que cantar es una forma de ofrecerse a otros, de la misma manera como lo haría un bailarín, pues mientras el pintor ofrece y se ofrece en una pintura, o lo hace el escritor o poeta por medio de sus escritos, quien canta se entrega en una canción, haciéndola suya, para entregarla como en un beso. Creo que es una forma viva de entrega, un modo de darse para hacer vivir en otro, porque la voz tiene esa intimidad pura que comulga con el cuerpo y con la música de instrumentos, aunque ella misma se vale, muchas veces.
Hoy tuvimos presentación con el coro José Miguel Carrera, coro comunal del que formo parte hace algo más de un año.
Trabajamos todo el año para ello y no sé cómo fue a olvidárseme promocionar la instancia, pero bueh… prometo que no volverá a pasar.
Estuvo excelente. Compartimos escenario con dos coros muy buenos. Uno era el coro de la Contraloría general de la república, coro muy afiatado que interpretó música renacentista y un poco de jazz. El otro coro se llama Génesis y realmente me hizo vibrar. Sentí mucha onda entre ellos, mucho carisma.
Yo venía ya nervioso desde la mañana, porque a decir verdad, me he sentido algo agobiado con la cantidad de cosas que estoy haciendo, pero cuando se hizo real la orden de animar el evento que nos impartieron a una amiga y a mí, todo se puso color de hormiga. “Tú eres actor así que improvisa”. Esas palabritas me pusieron peor, pero surtieron el efecto adecuado, porque nos pusimos serios y salió bastante bien. Ni yo hablé más de la cuenta ni ella se equivocó. Por cierto, una excelente partner. Fuimos los primeros y afortunadamente la cuerda en que estoy es “a toda raja” y pudimos sortear bien el sueco, atrapar la cueca, darle la justa emoción a Victor Jara y “ponerle pino” al Spiritual. Quedé conforme y aunque soy bien inexperto para evaluar música, creo que lo hicimos bastante bien, así que vaya un abrazo tremendo a mis compañeros y también a nuestro director.
La cosa sucedió cuando bajamos para escuchar a los otros coros. Diré para justificarme, que ando un poco sensiblón por estos días. Imagino que es el cansancio y alguna que otra cosilla sin importancia. No obstante, cuando anunciaron la versión coral del famosísimo poema de Mario Benedeti, ya interpretado por Sandra Mihanovich y Celeste Carballo, todo se me agolpó en el pecho y tuve que hacer muchos esfuerzos para controlarme.
Es que “Te quiero” siempre me ha gustado, pero esta vez, escucharlo interpretado en una versión coral, me hizo pensar muchas cosas, porque no sé si era la fuerza del grupo, la solista, la letra o todo, pero cada palabra adquirió un sentido en ese momento, aunque no necesariamente en un sentido analógico. Mi compañera tuvo que palmearme la espalda y no pude menos que sentirme un poco ridículo después. Me llegó muchísimo, y aunque no tengo la versión que ellos interpretaron, quiero compartir con ustedes el poema y la versión más conocida, porque es hermosa también y desborda sentimiento.
Eso sería. Espero estar pronto por acá, de momento un abrazo enorme para todos los que se pasan a dar una vuelta.


Te quiero
Mario Benedeti.
Tus manos son mi caricia,
mis acordes cotidianos;
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia.

Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice, y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada;
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro.

Tu boca que es tuya y mía,
Tu boca no se equivoca;
te quiero por que tu boca
sabe gritar rebeldía.

Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Y por tu rostro sincero.
Y tu paso vagabundo.
Y tu llanto por el mundo.
Porque sos pueblo te quiero.

Y porque amor no es aurora,
ni cándida moraleja,
y porque somos pareja
que sabe que no está sola.

Te quiero en mi paraíso;
es decir, que en mi país
la gente vive feliz
aunque no tenga permiso.

Si te quiero es por que sos
mi amor, mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

http://www.youtube.com/watch?v=JzbUwtkw0wA

Para más poesía del autor:
http://www.avantel.net/~eoropesa/html/poesia/mbenedetti1.html

domingo, 30 de agosto de 2009

Una locura picantosa

“Oyeee… si los cieguitos son super especiales, porque como Diosito les quitó la vista, los hace sentir más po…
¡Ay! Yo he escuchado que son más frescos, tocan por que sí y porque no… yo por eso les ayudo, pero de lejitos nomás”
Una conversación cotidiana.

En la misma línea del post anterior, les traigo una locura bien picantosa, que aún hace tambalear mis sólidos valores de “chico de su casa” y conservador hasta el extremo.
La aventura sucedió hace un par de días y hasta mis dedos están sonrojados al pensar en escribirla. Todo comenzó cuando, sin ganas de regresar a nuestros hogares y algo prendidos por todo lo que había pasado en el día, mis amigos y yo cavilábamos sobre qué hacer. Estaba la tradicional idea de retirarnos a algún lado a comer una grasienta ricura, la casi tradicional de ir a tomar por ahí algún embriagador elixir y una en la que sólo habíamos pensado. Ya ni me acuerdo quién fue el truhán que arrancó mis principios de cuajo, para decir… “¿Vamos a un motel?
¡Ay si mi madre supiera el regocijo que me provocó la idea! Era tan loca como simple, porque ruego al lector que imagine a cuatro topos, algo pernos, totalmente neófitos en el sexo nómada, que emprenden la misión de encontrar un motel para hacer cualquier cosa menos lo que se estila en esos lugares.
Vamos, dijimos todos, pero nos daba risa imaginarnos cómo demonios íbamos a preguntar a la gente dónde estaba la casita aquella, de la que sólo habíamos escuchado hablar a un amigo Donjuanezco que tenemos. Yo, particularmente, imaginaba la cara de la persona a la que le preguntáramos. “Cuatro tipos! Cuatro ciegos! Nonono si así son estos…”
Nos fuimos caminando hacia el lugar y cuando efectivamente llegó el momento de preguntar, me dio risa y no pude hacerlo. Jaja, no sé qué tiene de gracioso, pero me da mucha risa imaginar una estupidez como entrar a un lugar que no sea el motel y preguntarle al dueño o dueña si lo es… imagino su cara y no sé… me da risa, porque yo mismo caigo en esos estereotipos y bla, es divertido, simplemente.
Al final, recompuse mi cara y le pregunté al señorcito: ¿Tengo entendido que por aquí hay un… motel…
-Sí sí, síganme, yo les indico.- Su tranquilidad nos prendió e hicimos de tripas corazón pa entrar en el lugar que era piolita, pero totalmente desconocido para mí.
Se cerró pues la puerta y me quedé plantado frente a otra puerta con una rendijilla, con una voz oscura de mujer que me preguntaba: ¿Sí?
La situación era bien irreal y no me bastaba con sentir a mis amigos detrás, porque su silencio era más bochornoso aún. Jaja, ni si quiera sé si me puse rojo o no, para preguntar precios, tiempos y todo aquello. La voz de la mujer era extremadamente seria y yo creo que eso me ayudó a salir bien parado de la situación, porque pude calcular adecuadamente y convenir con mis compinches que era caro y que mejor lo dejáramos pa otra ocasión.
¡Aaay, Señor! Lo más chistoso fue cuando le dije si era posible que en una habitación simple entráramos cuatro personas. Tardó en contestar, jaja seguramente con imágenes de orgías en la cabeza, matizadas con bastones… jaja, ni idea. –No- dijo finalmente y nosotros, tras agradecer, nos retiramos del lugar, para detenernos luego en la esquina y darle una vuelta a la cosa.
Yo me sentía todo un cartucho, porque mientras trataba de relajar a los cauros, me moría de risa de lo estúpido de mis nervios y de lo cómico de toda la situación.
Demás está decir que acordamos que quizá iríamos en otro momento, porque… siempre es bueno conocer, creo yo… aunque sólo sea para disfrute de la mujer de la entrada, que quizá sí notó nuestra inexperiencia.
Es divertido hacer esas cosas con amigos, divertido también que podamos jugar con esos estereotipos y mejor aún, que ya no vayamos a tener vergüenza para preguntarle a nadie… “Disculpe…¿Dónde podemos encontrar un motel?
Ok mis queridas y queridos. Nos veremos a la otra, con un post más serio tal vez. Abrazos grandes.

jueves, 20 de agosto de 2009

Estereotipos y buena onda

Una locura

He andado ultra resfriado y me apesta eso; ha habido harta pega y un poco de estrés, pero la cosa ha estado mucho mucho más tranquila, a decir verdad. Hoy me decidí a escribir, porque ayer sucedió una tontería que me parece choro comentar.
Después de clases y cargado con una tos horrenda, decidimos con una de mis colegas favoritas ir a comer algo rico, como ya se ha hecho costumbre. ¿Un helado?, ¿Una pizza?, ¿Una ensalada?, ¿Todas?, siempre nos cuesta tomar la decisión, pero es chistoso discutirlo con pullas amistosas y buena onda.
Decidimos por fin que iríamos a tomar café con pastelitos bien recomendados. Obviamente, pedimos tortas distintas, como distinto es el lenguaje de las matemáticas, como distinto es el chocolate de la frambuesa. Las trajeron y yo, quejándome porque la carta no estaba en braille y ella burlándose un poco debíamos dar un espectáculo bien particular, ¿O no?
-“¿Te saco el papel de la torta?- me preguntó entonces con su naturalidad de siempre.
-Dale- dije yo. –Tan Cléber tú, matemática tenías que ser.
Fue el principio de la locura, porque en ese momento se acercó a nosotros un tipo realmente extraño, visiblemente agitado.
-Ay disculpen, pero es que… es que… me da mucha emoción verlos comer juntos.
Pido al lector que imagine mi cara de espanto y oscuras premoniciones. Ella sólo estaba extrañada, pienso yo.
-Es que….- continuó el hombre… -ustedes me recuerdan una película norteamericana que se llama Cita a ciegas… donde… un cieguito…mmhh… queda cieguito por una operación, y su amada lo acompaña y lo ayuda… es hermosa… ¡véanla!. –Y en serio que es bien bonito verlos así.
¡Ay de mí! Yo intentaba controlarme, porque entre la risa, la incredulidad y la molestia que me producía la escena, casi no podía hablar. Mi colega simplemente era amable, pero estoy seguro que igual debió haberse incomodado. La cosa es que el hombre se retiró y ella intentó apaciguarme, porque, como es mi costumbre, había empezado a despotricar.
Es una tontería, por supuesto, pero refleja muy bien dónde estamos puestos. Mi colega sólo era agradable conmigo… ¡Diablos! Jajaja es que ahora que escribo, no puedo evitar reírme, porque Dios, ¡cómo influyen los estereotipos holliwoodenses!
-Ya, Remus. Si es sólo que la gente es hueona… somos todos ignorantes… y no sabemos tratar con los discapacitados.
Ella es un amor, pero ya ha comenzado a vivir lo que vive toda chica guapa que va al lado de un ciego menos guapo… jaja es tan ridículo, pero no es la primera vez que me pasa. Me encanta que lo podamos tomar con humor, porque dentro de los estereotipos y los prejuicios es bien inofensivo. Nosotros sabemos ya, querido lector, que hay otros que no lo son y contra ellos nos levantamos. Esto es divertido y espero que a mi amiga le haya parecido sólo eso.
¿Qué chucha tiene de romántico una niña que le saca el papel de una torta a un tipo medio rechonchito que sonríe y hace chistes locos? ¿qué de película de Holliwood que ambos se intercambien, con tenedores distintos y cada uno con el suyo, trozos de sus respectivas tortas? Jaja, ¡si ni si quiera me la dio ella o se la di yo!
Es una amiga la raja y estoy seguro que a su novio el chistecito no le hubiese hecho mucha gracia. Por mi parte, yo me río y recomiendo otra peli de ciegos, llamada Virgilio. Es maravillosa, porque, aunque tiene estereotipos bien marcados, entrega una visión bien interesante de lo que es para un ciego volver a ver.
Sería, mis queridos lectores. Un abrazo enorme y ¡nos vemos a la otra!

martes, 11 de agosto de 2009

Insomnio

“oye R…
Qué te parece el bla?
¿R?
Mmmhh… no es algo que me quite el sueño, G”.

Después de dos noches con insomnio, por fin pude dormir como Dios manda anoche. Es francamente lo peor no poder dormir, porque yo, que normalmente duermo poco, termino el día de pésimo humor y con tendencia irrefrenable a pensar en las cosas malas. Nada de imágenes extraordinarias, ni torres oscuras ni parcas temibles. Estos elementos, propios de un libro llamado Insomnia de Stephen king, me han estado rondando y haciendo de mi vigilia forzada algo más despreciable aún, por carecer de ellos. La cosa es que me he vuelto más adicto aún a la coca cola y a los chocolates con yogurt y frutilla.
No ignoro el motivo del insomnio y me siento estúpido por descontrolarme en estos momentos. No sé lo que espero, pero obviamente no es este desamor brutal que veo en todos lados y que me contagia como si se tratara de la porcina. No. Y lo que digo está lejos de esas cosas que dicen los que se creen magnánimos y hablan de lo mal que está el mundo y bla bla bla. Yo sólo quisiera entender lo que pasa, no esperar y que no me afectaran tanto las cosas como para perder el sueño. Pido disculpas por la parquedad de esto, pero ni si quiera sé muy bien cómo describir la situación, sólo que es como una ruptura horrible en la que me siento incomprendido y bla, atrapado y bla y sobre todo, incomprensiblemente sólo. Ah, pero las disculpas no van sólo por eso, porque sé que varias personas han intentado estar, pero mi mismo bloqueo quizá no me permite verlo, y tapona mis ganas de siempre para ver gente, ver gestos, ver manos y cosas así. Hoy casi todo me pesa y lo más triste es que se refleja en lo que hago, en el afán estúpido de querer siempre ser G y no R.
Quisiera tener esas patas, R. Quisiera tener tu capacidad para decir cara de raja aquella frase en los momentos más raros. No la tengo y tampoco sé si es malo o bueno, porque nunca creí en tu frase, si vamos a ello. Hoy ya todo es distinto, por lo que ni si quiera me importa que no hayamos podido compartir esa facultad gloriosa de la que te jactabas.
Vamos, Remus, que el querido lector debe estar aburrido preguntándose cosas o puteando por lo críptico del post. Puede ser, pero, querido lector… “es algo que no me quita el sueño”…
Mentira, pero quisiera abusar de su paciencia y transmitirle que a mí las cosas por lo general sí me lo quitan y mucho. De verdad que me lo quitan y el problema es que no sé si vale la pena permanecer despierto por cosas que no se pueden cambiar. Es un cuestionamiento actual y no sé cuánto irá a permanecer.
De momento y para despedirme, una canción que me encanta. Ignoro la letra…. Pero usted sabe, querido lector.

http://www.youtube.com/watch?v=6QyVil0dwhk

sábado, 1 de agosto de 2009

Con ninfas en mi casa

Después de mucho discutir, mucho convencer y mucho publicitar, compramos una parejita de Ninfas para que vivan con nosotros. Estas ninfas son pájaros como los loros, bien llamativos y eventualmente entrenables para que hagan gracias y cosas por el estilo. Más que las gracias mismas, a mí me hacía ilusión tener ese tipo de aves en casa, porque siempre me ha resultado choro imaginar un pájaro diciendo las estupideces que pienso yo y no siempre me atrevo a comentar. Hasta el momento, fuera de unos ruiditos interesantes, no han hecho nada, pero les daremos tiempo.
Una vez escuché que traen suerte, así que hasta expectativas de ese tipo tengo puestas en ellas. Mi padre está como un crío mirándolos y remirándolos y mi mamá todavía me recrimina por haber gastado esa plata en pájaros y no en un par de zapatillas. Yo, por mi parte, sólo espero que vivan bien y bastante esos animalillos para reírme un poco, si es que les saco alguna palabra.
Pero estas avecillas llegaron en un combo, que incluyó una pareja de Diamantes, otro tipo de pájaros pequeños y bien bulliciosos. La cosa es que ahora mi perro anda ultra celoso, porque, tal como me dijo el vendedor, paso cantando o silbando por donde están los pájaros, para ver si aprenden las ninfas o me responden los diamantes.
Por otra parte, he reanudado mi trabajo en el colegio y hasta el momento, no he detectado ningún cambio en el discurrir del asunto. Estoy postulando a otras pegas, pero el nudo en el estómago no quiere marcharse y la inseguridad aún persiste.
Por último, he andado en algunas fiestas estos días y mi comportamiento en ellas ha sido bien disímil. Puntualmente en las dos últimas, lo pasé muy bien. No obstante, como soy más bien poco experto en esas cosas, espero aprender, para no pasar vergüenzas, para disfrutar más y quién sabe… hasta aprendo a bailar! No es que me haga mucha gracia aprender, pero ya la gente empieza a escuchar con desconfianza mi excusa de tener verrugas plantares, para no salir a la pista.
Esop. Ahora me largo, U abrazo grande al que lee y ya nos veremos!

viernes, 24 de julio de 2009

De malas

Estoy chato y de mala leche. Son pequeñas tonterías que se han juntado para que mi estado de ánimo se vuelva agresivo y apático. No sé, siento que en estos últimos días, han pasado cosas con amigos y familia, unas serias y otras no tanto. El dramón es que a mí no me dura mucho la mala leche y se me olvidan a medias las hueás importantes y después, por cualquier nimiedad afloran otra vez y se vuelve un todo.
Ahora mismo, creo que me cuesta separar y por tanto actuar al respecto. Siento que se me recibe en códigos que no transmito; que no se demoran nada en juzgar, y se olvidan que soy yo y que sus impresiones son casi como de otra persona. No sé cuánto de responsabilidad tenga en ello, porque no quiero transformar esto en un culpar culpar y culpar sin ningún sentido. Lo que sí sé es que no se me quita la sensación odiosa de traición, de ganas de no pescar y rabia por no poder hacerlo. Me da pena asumir que soy un rencoroso también, que no me resulta fácil hacer borrón y bla y que no tengo la suficiente madurez para priorizar hasta en mis enojos.
Tenía pensado hacer un post con Harry Potter 6 y mi viaje a Linares, pero estoy muy picao y quizá lo deje para después. Hasta me da lata escribir esto, pero quiero que opere como desahogo. Resuena en mi cabeza un “jódanse” pero sé que normalmente cuando uno está enojado con mucha gente, es uno el que debe analizarse. Bla bla bla.
Se acaban las vacaciones y me da rabia y pena comenzar el segundo semestre con lata otra vez. Me largo ahora y cuando la danza sea más fluida, volveré a escribir.

sábado, 11 de julio de 2009

Fin del primer semestre

acabó por fin el primer semestre y lo único que puedo hacer como respuesta es suspirar de alivio. Ha habido realmente de todo, pero no sé, he escuchado que a mucha gente le ha parecido un semestre durísimo en muchos aspectos y yo concuerdo plenamente.
La pega está, por lo que hay que agradecer, pero qué dispersa y complicada. Todos los días me digo que no es tanto lo que hago, pero puta que me cuesta mantener las cosas en orden, porque aún cuando llevo ya varios meses con mis queridos alumnos, no he logrado estabilizar completamente el barco y sigo temiendo que naufrague de un momento a otro. Naturalmente continúo, pero con el temor e inseguridades bien presentes. Mentiría si dijera que todo va regular ahí, porque he conocido gente estupenda con quien me encanta compartir, personas que aman lo que hacen y que todos los días, entre los dolores de cabeza que nos proporcionan nuestros “niños” la preparación de material y todas sus vidas, se hacen tiempo para pasar buenos ratos, para compartir las cosas y para hacer real el discurso de la institución a la que pertenecemos. Ellos no leen esto, pero a mí me hace ilusión pensar que pueden sentir mi cariño cada vez que nos encontramos.
Las otras pegas en la universidad son un placer extraño al que no me gustaría renunciar, porque pese a lo pequeñas que son, me hacen feliz también y los dolores de cabeza que me proporcionan, le dan sabor a la cosa los días en que no estoy en el colegio. No sé cuán parecido será el segundo semestre en ese particular, pero tengo esperanzas en nuevos proyectos, que espero puedan concretarse bien. Hay temores también, por lo que espero tener el valor necesario para afrontarlos.
Con respecto a lo familiar… creo que no hay mucho que hacer a ese respecto, así que bla… estamos y hay que puro avanzar, aunque a veces den puras ganas de mandar todo a lugares que no se verían bien escritos aquí.
Sobre lo emocional… mejor corramos un tupidísimo velo para que no se escapen ciertas cosas. Se ha remecido todo y está bien. Sólo queda esperar y no ser estúpido más tiempo del estrictamente transcurrido.
Nada, tampoco es que tenga muchas ilusiones en estas superanheladísimas vacaciones, pero bueh… algo se hará e ideas no faltan. Ojalá que el nuevo semestre sea bueno, porque quiero avanzar y esto de estar como pegao a ciertas cosas me angustia. Ya veremos en diciembre cuando haya que contrastar.
Saludos grandes y el ya tradicional abrazo, prueba de mi ego monumental y de lo irresistible que me creo, como dicen por ahí. Am, y esta canción me gusta mucho y no se me ocurre ninguna otra razón más que esa para ponerla aquí, aunque claro, podría ser una, que la escuchaba así como al pasar en el metro y no sabía de quien era, pero que no sé por qué nunca pedí que me leyeran el nombrecito en las pantallas. Napus, así como por casualidad y el buen oído de un amigo, la pude encontrar y ahí está.
http://www.youtube.com/watch?v=ow6osGF3RVc

sábado, 4 de julio de 2009

una película y un final

Lo rico de estos días un poco fríos, es que mi cuerpo se pone exigente y tengo que quedarme más horas acostado, con mucho calorcito e ideas para pasar el tiempo. Esta mañana, gracias a la buena onda de un amigo, pude ver una película que hace rato me tenía curioso. Se trata de “La niebla” o “the Mist” basada en un cuento homónimo de Stephen King. Es una película bastante nueva, para los parámetros de desfase con que yo las veo.
Normalmente, habría elegido para ello la noche y un grupo de amigos, pero la verdad es que con suerte he podido quedarme lo justo para leer y conversar un poco en la noche, porque no doy mucho por estos días; con respecto a los amigos, no sé si a ellos les habría gustado una película como esa.
Es una historia bien apocalíptica, con todos los elementos típicos del género, pero con el sello inconfundible del rey, porque el terror plausible de las horrendas criaturas que merodean y atacan a las personas, comulga perfectamente con el claustrofóbico ambiente en el supermercado, con las personalidades desbordadas de los personajes y el incesante parloteo profético-fanático de uno de ellos , elemento que contribuye mucho a aumentar la sensación de intranquilidad. Con todo, es el final lo que más golpea, porque al margen de que se aleje un poco del libro mismo, logra dar el efecto final a la película y al menos en mi lectura personal, fue el golpe de gracia que me dejó la actual sensación de angustia.
A mí el cuento me gustó mucho y su final esperanzador me había sabido bien en el momento que lo leí. Sin embargo, justifico plenamente la variación de la película, así como todos los cambios que se le hicieron. Una buena adaptación a mi juicio, con una música muy acorde y con los detalles justos.
Sin embargo, han pasado más cosas y quizá una de las más importantes es que hemos dado término oficial al taller de Braille, instancia de la que ya he hablado en este espacio. Fue una bonita sesión final, mejor de lo que yo mismo esperaba, a decir verdad, y es que este semestre ha sido menos sencillo que otros realizar el taller, básicamente, porque hemos estado algo agobiados con pegas y no hemos tenido todo el tiempo necesario. Con todo, hay muchas cosas positivas que rescatar, como la excelente disposición que mostraron los alumnos, el trabajo siempre comprometido y cariñoso del equipo y, obviamente, los miembros nuevos que se incorporarán a él. Creo que a nivel de inclusión, hicimos lo que pudimos; obviamente, nos habría gustado ser más hábiles, pero también para nosotros esto es un aprendizaje cada vez y ésta experiencia de taller , aún más. Nos quedamos con un sabor agradable, de fuerza, ganas de trabajar más y casi casi de misión cumplida.
Hay harto que mejorar, pero mucho también por lo que alegrarse. Mil gracias a los que lo hicieron posible e invitados están desde hoy para el próximo. OK, eso de momento, un abrazo grande a los que leen esto y nos estamos viendo.

miércoles, 1 de julio de 2009

¿Porcino?

“Era el tercer recinto, el de la lluvia eterna, maldecida, fría y densa:
de regla y calidad no cambia nunca. Grueso granizo, y agua sucia y nieve descienden por el aire tenebroso; hiede la tierra cuando esto recibe.
Cerbero, fiera monstruosa y cruel, caninamente ladra con tres fauces sobre la gente que aquí es sumergida.
Rojos los ojos, la barba unta y negra, y ancho su vientre, y uñosas sus manos:
clava a las almas, desgarra y desuella.
Los hace aullar la lluvia como a perros, de un lado hacen al otro su refugio, los míseros profanos se revuelven. (…)
Íbamos sobre sombras que atería la densa lluvia, poniendo las plantas en sus fantasmas que parecen cuerpos
En el suelo yacían todas ellas, salvo una que se alzó a sentarse al punto que pudo vernos pasar por delante.
«Oh tú que a estos infiernos te han traído me dijo reconóceme si puedes:
tú fuiste, antes que yo deshecho, hecho.»
«La angustia que tú sientes yo le dije¬-
tal vez te haya sacado de mi mente, y así creo que no te he visto nunca. Dime quién eres pues que en tan penoso lugar te han puesto, y a tan grandes males, que si hay más grandes no serán tan tristes.-
Y él a mí «Tu ciudad, que tan repleta
de envidia está que ya rebosa el saco, en sí me tuvo en la vida serena.
Los ciudadanos Ciacco me llamasteis;
por la dañosa culpa de la gula, como estás viendo, en la lluvia me arrastro.
Mas yo, alma triste, no me encuentro sola, que éstas se hallan en pena semejante por semejante culpa», y más no dijo.” (Dante Alighieri: La divina comedia. Infierno, Canto VI).

Sólo una vez, cuando niño, estuve tan complicado del estómago como por estos días, pero al igual que entonces, me lo tuve bien merecido. No hay ninguna justificación para la “chanchada” brutal de este fin de semana y lo más terrible, es que en ambas circunstancias, me advirtieron. Vamos, pero ¡es que me encanta comer! No me alcanza a elevar, como a un amigo, pero me encantan las cosas ricas y poco sanas. Debería recordar con más frecuencia lo que les espera a los golosos en el infierno de Dante. No sé como el poderoso influjo que ese libro ejerce sobre mí no me alertó a tiempo.
La molestia fue tal, que tuve que suspender mis actividades, porque entre arcadas con buenos resultados y malestar general, era bien poco seguro asistir a dar clases. Era un poco ridículo decirle a todo el mundo que era la guata… que no fueran a creer que era la porcina… que me recuperaría pronto.
Sin embargo, puedo agradecer el tiempo que se me dio para pensar, para detenerme un rato en esta carrera de fin de semestre y darle una vuelta a algunas estupideces que continúo haciendo aunque me dañan. Descansé y creo estar listo para el último empujón de este semestre, que del otro, aún no quiero ver absolutamente nada.
Intento darle también a la escritura de aquel texto loco, pero se me resiste bastante y tampoco la sopa de pollo y el pollo magro sin nada hacen milagros ¿No? Ok, me despido de momento, que ya escribiré para contar cosas mejores, espero.

sábado, 27 de junio de 2009

Hierbas varias

Hoy, quizá por el frío, me siento más inclinado al amor y esas cosas melosas que tanto despreciamos en apariencia, pero que tanto nos regocija recibir también. Por eso, vaya esta canción que me deja sin palabras, igual que a varios amigos.
http://www.youtube.com/watch?v=b3Uw6ORXSmo
Han sido días raros, en que se hace sentir un cansancio corporal bien incómodo, cristalizado finalmente, en que todo el rato ando quejándome, gruñendo y mañoseando. Mis colegas escuchan con paciencia e intentan animarme, pero, vamos, es que esto de la compasión por uno mismo es taaan estimulante…. La cosa es que incluso mi cuerpo me pide más sueño, cuestión que no sucedía desde mis tiempos de universidad y el frío tampoco ayuda.
Me carga estar así, pero, como siempre, confío en que pase para vivir tranquilo las cosas buenas que tengo. Sí, porque, también como siempre, todo el rato estoy diciéndome que me quejo de lleno, que tengo mejor suerte y bla bla bla, pero quiero creérmelo y disfrutar. Quizá por eso me enojé tanto cuando me hicieron notar lo acompañado que estoy, porque tal vez sea cierto y no lo estoy disfrutando por priorizar mal.
Pasando a otra cosa, estoy bien esperanzado, porque se vienen las presentaciones de coro y ya quiero sentir la adrenalina que produce compartir el trabajo de algún tiempo con la gente. Nos hemos esforzado harto para que las cosas salgan bien, así que pronto estaré contándoles donde será e invitándolos para que nos vayan a escuchar.
Por último, por supuesto, comentar (como ya es costumbre) que estoy ultra ansioso por que llegue pronto el estreno de Harry Potter 6, pues aún cuando han dicho lo peor de la peli, siempre es un rito casi ir a verla con mis amigos
Bueno, me largo, porque no hay más que contar por ahora. Un abrazo grande para todos y nos vemos a la otra.

martes, 9 de junio de 2009

¿Las vueltas son las que dejan?

ay tanto de lo que podría escribir y he intentado ya varios inicios de post, para definir qué contaría. No sé, lo más reciente es que hoy se me ocurrió, casi como alternativa masoquista a mi melancolía recurrente, visitar mi antigua facultad, reducto actual de una amiga.
Pasear por esos pasillos del brazo de la lolita me produjo más nostalgia, porque fue imposible no pensar en los cuatro años que constituyeron mi preparación de Licenciado. ¡Qué forma de cambiar las cosas desde esa ahora lejana realidad hasta hoy! Tantas esperanzas, tanto aprender, tanto leer y tanto amor también. Hoy parece que queda tan poco de eso, que sólo resulta entrete recoger los recuerdos divertidos y mantenerlos por ahí, casi como las flores secas que algunas personas usan para adornar las casas.
Sí, fue una época linda, de la que no me voy a arrepentir jamás, porque al margen de lo que ha sobrevenido después, que tampoco es malo del todo, me dejó buenas gentes y bastante literatura en la cabeza; muchas cervezas, quequitos y reuniones clandestinas a media tarde en las que se hacía de todo menos estudiar, se agolpaban en mi cabeza, mientras intentaba no angustiarme por el invariable acento de superioridad de los estudiantes de por allí.
La cuestión es que el tiempo pasa y las mil cosas en las que estoy metido me presionan para dejar los recuerdos. Ando perseguido y casi sugestionado con el cuento de la Influenza humana (o gripe porcina, o influenza AH1N1), porque resulté ser mucho más miedica de lo que pensaba. Por otra parte, leo a Manuel Puig y su polifonía me tiene un poco medio loco del coco. El libro me encanta, pero quisiera estar más libre para disfrutarlo.
Por último, siento que tengo una deuda con el Taller de Braille, porque no he contado lo último que nos sucedió allí. Una de las chicas estrellas del Team Braille ha replicado el modelo del curso en una Ocupa y tuvo la estupenda idea de llevar a algunos de los muchachos a compartir con nosotros. Fue una experiencia interesante, en la que otra vez nuestro discurso de inclusión se puso a prueba. Fue muy grato conocerlos y recibir de ellos su “cosmovisión cultural” que trasciende los prejuicios y supera las diferencias. Quedamos muy contentos y con ganas de repetir la junta, quizá esta vez en su espacio.
De momento, es todo por ahora, porque muero de sueño y me disperso de forma irremediable. Un abrazo bien grande para todos y ¡nos vemos a la otra!

sábado, 30 de mayo de 2009

Pendiendo de un y “si”

Esto de despertarse a la mitad de la noche y escuchar la lluvia es algo curioso, que para mí tiene múltiples sentidos. Despierta la melancolía típica por recuerdos añejos, la generalmente discursiva compasión que esgrimimos como sociedad por los indigentes, gratitud por el calorcito de las sábanas y un ánimo bien proclive a los post nostálgicos.
Esta vez, me retrotraje a una conversación con una lolita encantadora del Piane, sobre las personalidades. Entre dimes y diretes que abordaron la insatisfacción del histérico, su compatibilidad con el obsesivo y otras cosas que ya no recuerdo, acabó por decirme que mi personalidad era narcisista y con alguno que otro rasgo obsesivo. Bien pues, dije yo, tratando de ordenar el remolino de cosas que se me vinieron a la cabeza, casi todas ligadas a mis esfuerzos fútiles por volver positivo lo que no es, por intentar soldar lo roto, por estar siempre tratando de encontrar una razón (muchas veces forzada) para mantener quietas las aguas de mis relaciones. Y es que ayer, mientras caminaba con una amiga, tratando de que no me dominara la angustia por mi imposibilidad de controlar la debacle que se cierne sobre mi grupo más cercano, me sentí así, bien capaz de decir cosas como “Intento hacer secantes las paralelas, o estoy impidiendo que el río fluya”.
Es inmensamente ridículo y carente de interés entrar en más detalles, pero sí es preciso indagar en el por qué. Siempre digo que las cosas tienen su tiempo, que no es sano prolongar ni forzar nada y bla bla bla, pero no puedo aplicarlo y me agoto y duelo de mi falta de caridad y amor hacia mi mismo. Me siento como en un viejo matrimonio, dispuesto a seguir adelante, dispuesto a intentar entender que el hecho que no seamos como quiero que seamos, no constituye razón suficiente para hacerme a un lado, pero al mismo tiempo, me duele cada cosa que es distinta, cada pequeña ruindad que nos hacemos en forma consciente o inconsciente.
Hablo de calibrar lo malo y decidir honestamente si al considerarlo, aún quiero seguir allí, pero aún cuando yo tengo tomada la decisión hace años, me encuentro con que es un esfuerzo que realizo casi enteramente solo. Aaaahh, pero es que quizá caiga yo también en las declaraciones de “Hay que seguir, intentarlo cada vez” porque si pa algo somos buenos, es pa declarar todo el tiempo cosas que luego se diluyen tan rápido como nuestras intenciones. Ayer otra lolita decía que hay gentes que son para determinados tiempos y que así como cambiamos, cambian también las gentes con quienes compartimos los momentos. No sé, no creo en eso, o no quiero creer en eso. Estoy pegao y vamos, qué pegao. Admito que quiero un cambio, pero admito también que soy un cobarde y me da susto que llegue. Admito también mi necesidad obsesiva y finalmente, admito también mi cansancio.
En fin, queridos lectores, éste ha sido uno de los post más crípticos, deprimentes y rancios que he hecho, pero bueh… es lo que tenemos. Abrazos para todos. Cuídense harto, porque “son tiempos inciertos” uuu

domingo, 10 de mayo de 2009

Literatura y emociones

“y morirme contigo si te matas,
y matarme contigo si te mueres,
Porque el amor, cuando no muere mata,
Porque amores que matan nunca mueren”.
(joaquín Sabina, Contigo”.

Eso canta el famoso español y no sé por qué, pero esa voz rasposa, con una letra siempre pertinente y golpeadora como un puñetazo, me ha acompañado a lo largo de todos estos días; no necesariamente porque tenga alguna relación con lo que he estado viviendo, pero parece no querer irse e insistir en traerme a la cabeza una conversación que tuve con dos colegas del colegio una tarde excepcionalmente fría.
“Qué maravillosa esa canción” decía yo en mi estilo siempre hiperbólico. “Qué heavy que aún cuando él no quiere nada de lo que regularmente se asocia al amor, sí lo quiere todo, sí espera en el amor, más que cualquiera que funda su querer en los clichés y en lo romántico por defecto, así, al más estilo postmoderno.
“Sí, pero es que al parecer, siempre hay una persona, un amor, que uno sabe que no puede ser, y con quien no se puede compartir nada, por cualquier circunstancia de la vida. Pero al mismo tiempo, uno sabe que aún cuando podemos estar felices, con otra persona y ya realizados, podríamos dar la vida y hacer lo que fuera por esa persona.”
Esa idea (parafraseada por mí ahora) realmente me mató y el silencio que cayó sobre nosotros fue mucho más elocuente que cualquier otra cosa que hubiésemos podido decir. Yo realmente no sé, pero este español me tiene atrapado en su escritura y es que cada vez que escucho la canción, se me humedecen los ojos y ruego, por que no tenga algún día que decirle a un lejano “Corazón cobarde” que no quiero nada, pero que lo quiero todo. Prefiero creer ingenuamente, que puedo ayudar a perder el miedo a ese corazón, y atreverme a perderlo yo también, para que pudiésemos buscar juntos ese “todo” tan lejano del hábito y del cliché.
http://www.youtube.com/watch?v=lpit8YCjrik
Avanzó así la tarde y el frío contribuyó a que el mero ejercicio de construir una prueba sobre “la odisea” se convirtiese en un extraño coloquio sobre Ulises y su “desvergüenza” y la siempre fiel Penélope, tan “inverosímil” por estos días. Cuestionábamos su esencia de personajes tipo y pronto, sin previo aviso surgió la interrogante literaria, que se abrió camino en nuestras cabezas, haciendo caso omiso de que en la mía, nunca son del todo bienvenidas.
“¿Habrá en la literatura un personaje masculino que encarne de modo similar la fidelidad y espera de Penélope?”
Le dimos un par de vueltas, pero no pudimos encontrar y cualquier idea al respecto será muy agradecida. Así corrió la tarde y yo me quedé pensando, con algo de nostalgia, bien acorde con el frío que se intensificaba.
No se ha querido ir esta conversación y aún cuando estos días han estado lleno de emociones fuertes, sigo jugando a encontrarles más recovecos, quizá, porque tal vez, es un ejercicio más grato que darle vueltas a padres enfermos y vocaciones con agujeros de gravedad. Obviamente, suena a evasión, pero vamos, ¿Quién no se ha sentido un poco incapaz de comentar sucesos que están aún en desarrollo?
De momento, sólo puedo decir que mi madre ya está bien y que todo su proceso me ha servido para pensar muchas cosas; que estoy agradecido de toda la gente que me ha acompañado en este tiempo y que espero, de verdad espero poder salir de este rollazo con el trabajo, que me tiene bien complicado y del que pronto hablaré en extenso.
Ahora, vaya un abrazo gigante a todos los que leen esto. Muchas gracias y nos veremos a la otra.

miércoles, 22 de abril de 2009

Braille y demases

He estado tapadísimo de cosas en estos días, por lo que no he podido mantener actualizado este espacio. Les cuento que el viernes recién pasado comenzó la cuarta versión del Taller de Braille, iniciativa de la que ya he comentado con anterioridad.
Otra vez nos consumían los nervios antes de comenzar la sesión introductoria, al ver que iban llegando los alumnos paulatinamente. Sin embargo, los nervios iniciales se quedaron cortos cuando nos dimos cuenta de que la sesión iba a tener poco de tradicional, porque además de que conocíamos a muchos de los integrantes, en un momento se abrió la puerta y entró a la sala una estudiante sorda con su intérprete, para consternación de algunos y emoción de otros. “Estoy muy interesada y motivada por aprender” señaló en algún momento de la clase y esas simples palabras contribuyeron para que bajara un poco el nivel de ansiedad que teníamos mi compañera y yo, por no saber de qué modo estaba recibiendo lo que decíamos.
Quisiera detenerme en el punto anterior, porque me aparece la idea de cómo el discurso se prueba día a día y cómo hemos de hacernos cargo de él a medida que avanzamos. Hoy es una estudiante sorda y casi se hace perentorio analizar la situación, detenerse a pensar, reflexionar sobre esto. ¿Por qué? ¿Qué se persigue con ello? Me gustaría que llegara un momento en que nos detuviéramos en la situación para verla como la llegada de un alumno más, no en el sentido estadístico de la expresión, como podría pensarse, sino en la perspectiva que concibe a cada estudiante como único y con necesidades únicas, aquella sostenida por un soporte que considere a la diferencia como lo natural.
Quisiera trascender la anécdota de que este año hay una estudiante sorda; quisiera que ella aprendiera tanto como cualquier otro estudiante, con las adecuaciones que e sean necesarias en el programa. Quisiera volver sobre el asunto en julio, para comprobar hasta qué punto hemos podido concretizar el discurso que hoy por hoy se ha tornado casi en pancarta de vida y quisiera estar a la altura de las circunstancias con el equipo, para recibir y entregar lo que haga falta. Ojalá todo marche bien y sea una instancia en que todos podamos salir del semestre un poco mejores personas.
Por otra parte, estamos embarcados en la celebración de la semana del libro en La facultad de Educación y los “cronotopos” las “irrupciones literarias” y los concursos están a la orden del día. Me entusiasman estas cosas y agradezco la oportunidad de participar en ellas. Espero que en el colegio sea igual de bueno, aunque será después, por razones de orden administrativo.
Espero tener tiempo para actualizar, porque ególatramente siento que dejo de lado lo emocional, que casi pesa más hoy en mi vida. Un abrazo bien grande, a la medida de cada persona que lea esto. Pienso que hacen falta los abrazos así que vaya uno tan grande como sea la necesidad.

miércoles, 8 de abril de 2009

Contando y dando gracias

Estoy frente al computador, intentando que no me consuma el fastidio por enredarme en términos literarios y olvidarme que nunca fui demasiado bueno para ello. De paso en este malestar, apareció el sentimiento de ingratitud conmigo mismo, derivado de mi falta de actualizaciones. Vamos, entonces.
Esta ha sido una semana marcada por mi resfrío tremendo, que acabó por impedirme realizar mis quehaceres como es debido. No obstante, hubo también un acontecimiento en el que no me he detenido ni un instante y vale la pena hacerlo, porque encierra mucha alegría y gratitud.
Hace ya algún tiempo que comparto con una profesora de la Uc y el colegio Saint George. Ella, con una fe increíble (más grande que la mía misma) me ha invitado en algunas oportunidades a trabajar junto a ella, con gran éxito a mi parecer. Este lunes, de igual modo, me invitó a participar en un proyecto que está realizando con alumnos de II medio, en vías de mejorar el acceso a la información de personas ciegas.
Me quedo corto de palabras al momento de explicarles la sensación de nerviosismo y expectativas que me genera siempre una instancia como esa, no necesariamente porque sea complejo, reconocido o remunerado incluso. Es porque siento que es una posibilidad cierta de sensibilización, que puede modificar a largo plazo la vida de otras personas con discapacidades.
Apuntamos a mejorar la calidad de la gente diferente y como todos lo somos en estricto rigor, pues quisiéramos humanizar, hacer conciencia del otro, “limpiar miradas” como decía un amigo. Me resta contarles que fue agradable, que los chicos participaron mucho y que sentí cariño y calidez. Espero que esto se refleje en los proyectos, pues aún cuando no sean grandes ni reconocidos, el cariño, empeño y pino que le pongan, ya habrá marcado una diferencia con cualquier otro trabajo.
Estoy muy agradecido de la profesora, de los alumnos y de la vida, que me permiten tomar estas oportunidades y espero estar a la altura. Por ahora eso, queridos visitantes, ya les contaré más cosas, con la salud más repuesta, espero.

jueves, 2 de abril de 2009

Buena cosa

Estoy tirado en mi cama, con el cuerpo pidiendo descanso a gritos y con un poco de fiebre. Sin embargo, mientras trato de estornudar, pienso en lo estupendo de este día y me pongo más feliz aún, y no es por la fiebre.
Hace ya algún tiempo, mi amiga del taller de Braille y yo recibimos una hermosa propuesta para llevar nuestro proyecto a educadores del sistema, en el marco de un curso dictado en un postítulo sobre Aprendizaje en la UC. Aceptamos, claro, pero nunca imaginamos que sería una experiencia tan desafiante, tan potente en el diálogo y análisis y por encima de eso, nunca nos imaginamos que sería un tema tan considerado por nuestros profesores.
En las tres horas que duró la clase, pudimos intercambiar experiencias y discutir en lo concreto y abstracto el tema de las necesidades educativas especiales. Pudimos además, deconstruir prejuicios, cuestionar políticas gubernamentales y reflotar algo del amor por el oficio, por muy cuestionado que esté hoy por hoy.
Estoy muy agradecido por la oportunidad que se nos brindó, porque aún cuando estamos ciertos de lo complejo que es abordar desde la realidad este tema, creemos que el hecho de levantar un análisis a conciencia y discutir de verdad, implica un giro en la conceptualización del asunto, en vías de generar una sensibilización en cadena, para terminar en una mejora de las prácticas educativas con estos niños.
“La diversidad es lo natural” decía una persona y tiene toda la razón y esta mera frase sintetiza más o menos lo que pensamos y por lo que luchamos.
¡Gracias y ánimo profesores!
Por otro lado, después de clases me escapé con una colega a un lugar de café y donuts. Una experiencia muy agradable que me hizo pensar en lo importante de contar con un buen equipo de colegas que apoye en el ejercicio de la profesión. Gracias por la conversa, por la paciencia y por todo en realidad. Y para no seguir delirando, me iré a dormir.
Por cierto, nos hemos reencontrado con un viejo amigo de colegio, lo que me alegra mucho. Ojalá podamos conversar de la vida y retomar.
Nos vemos a la otra.

lunes, 30 de marzo de 2009

palabra

Creo firmemente en la palabra y en todo ese rollo de que con ella se puede construir realidad, dar existencia; creo en ese poder liberador que sólo la palabra posee y que se nos otorgó como magnífico don en el principio; creo que con sus matices se puede mover el mundo, engendrar proyectos, buscar ideas y sofocar los malos días, pero sobre todo, creo en sus límites. Creo en la prisión que constituye para la palabra una canción, un beso, una puesta de sol o una sonrisa afectuosa. Eso la hace más grande, porque en su necesidad llama al cuerpo, a los gestos y se despliega en una boca, en una pluma diestra que la pueda moldear con cuidado, pero sabedora desde siempre que no alcanzará esa esencia tan suya, pero tan lejana.
Hoy traté de explicarte, de decirte a otro, pero no pude. No pude, porque me di cuenta de que al tratar de darle existencia a mi ideal, mi película si quieres, ésta se resistió a ser creada, a recibir la vida que le entregaría el ser dicha. No sé por qué eso me produjo tristeza, quizá, porque me doy cuenta de que me estoy protegiendo, de que al protegerme, quizá lo hago incluso más real.
Digamos que estoy un poco confundido, pero no dejo de agradecer que ese … no quiera aparecer, porque entonces, ya no habrá vuelta atrás.

viernes, 27 de marzo de 2009

Abril

Abril tiene un sonido como de agua que corre, como de lluvia o de río pequeño. Siento que se aproxima su fluir y esa idea me llena de nostalgia. Cuesta estar quieto cuando esperas un cambio, cuando quisieras que ese fluir se llevara ciertas cosas y te trajera otras. Mientras lo siento llegar, me duelo de mi estado actual, de la lata constante, de la inseguridad puta que me sobreviene por las noches y de la angustia y vulnerabilidad que he aprendido a esconder ahí bien lejos, donde no la vea nadie. Siento que me he vuelto triste, un poco amargoso también y me rebelo contra eso. Quisiera no temerle a ese fluir, quisiera poder refrescarme con él, animarme con él y su fuerza vital, pero es que duele darse cuenta de que echas de menos un abrazo, que necesitas un momento de complicidad natural, o simplemente, que necesitas algo.
Unas gotas de abril necesito, que entibien esta existencialidad fría, con el calor de lo nuevo, de la seguridad y el motivo, porque hoy yace frío en un lugar que no alcanzo y no encuentro formas para hacerlo.
Eres optimista siempre, dicen algunos, pero otros dicen con más acierto que no sé expresar lo que me pasa, que nunca digo nada, y es que tenía refugios, pero ahora están rotos, quizá como yo mismo en cierto modo.
Si llegas, Abril, que sepas mi temor, pero sabe también de mi anhelo, porque hay cosas que limpiar, para volver a construir. Ven y acompáñame, para ver si le damos una vuelta a esta trágica idea.

Llueve en el sur, me dice una amiga. Seguro será que vienes despacio, abril. Avanza hacia acá, pero hazlo despacio, para que no se me olvide que te esperaba y pases por mi lado sin que te vea, mientras corrijo pruebas, peleo con la gente y sufro como un cobarde. Sopla despacio y escucha, pero sólo un rato, no sea que te convenza con mi verborrea de cualquier estupidez, llévame por ahí y conversemos sobre lo que ahora pienso y me cuentes también algo, que me haga reír y me recuerde que no todo está tan mal y que siempre se puede repensar e intentarlo otra vez.

lunes, 23 de marzo de 2009

un gordo sinsentido

Hoy nuevamente he podido avanzar en el escrito aquel y eso me pone bastante feliz. No sé, esto de volver a las pistas me ha hecho bien, porque al margen de lo bueno o malo que salga, lo disfruto mucho. De igual forma, hoy he vuelto a contar cuentos y no sé… es un placer estupendo ese. Creo que salió bastante decente, aunque de pronto se me escapaban los personajes que estaba actuando.
No obstante, eso no es lo que más ha hecho sentido en mi día. ¡Dios mío, qué gordo estoy! Esa fue la frase que solté a la mitad de la noche y claro, prendió todo el mundo y se pusieron a comentar mi estado físico. La cuestión es que decidí ponerme a dieta, al menos discursivamente, veamos qué pasa. Destaco, obviamente, a riesgo de no ser creído, que es por una cuestión de salud.
Abrazos para todos. Nos veremos a la otra, en un post menos… hem…. ¿Post moderno?

sábado, 21 de marzo de 2009

"Bienvenido al brujismo"

Ayer fue un día bastante intenso, principalmente porque hice mi primera incursión en prácticas educativas hasta hora vilipendiadas acérrimamente por mí. Expulsé a un alumno de clases y al margen de que no me arrepienta ni un poco de ello, no puedo dejar de reprocharme y de pensar que es un paso hacia un camino que no quiero, que es una medida tan absurda como retrógrada. Creo que efectivamente puede dar resultado, en tanto se logre girar la máqina hacia la dirección que buscamos quienes tenemos el encargo de formar, pero me dolió hacerlo. Intenté mostrarle después que ser rebelde sin causa y sermoneado por las autoridades en forma constante no es ningún motivo para sentirse orgulloso; que ser líder en un grupo humano implica una responsabilidad; que no era “A la personal” y que lo necesitaba para construir juntos el camino, pero no me atrevo a cifrar mis esperanzas en la conversación, porque yo también fui chico y aunque recuerdo esas conversaciones con cariño, no puedo dar fe de cambios inmediatos.
“Bienvenido al brujismo” me dijeron, “A veces hay que hacerlo” me dijeron y para mi tranquilidad, quiero dar crédito a la experiencia de las personas que llevan más años de circo. No quiero que forme parte de mi impronta pedagógica bajo ningún punto de vista y supongo que me quedan vueltas que darle. De momento, creo que fue lo mejor, al margen del costo transitorio que tenga en mi persona, porque a fin de cuentas, ellos son los verdaderamente importantes, pero necesitan agentes formadores y no amigos buena onda.
Después, casi al final del día, me junté con mi grupo de siempre. Fue un momento grato y pudimos comentar sobre el inicio de nuestros procesos, compartir penas y reírnos un rato. No sé, no quiero caer en afectaciones demasiado extremas, pero estos tipos son buena gente y se les quiere, necesita y considera en la vida de este tipo que ahora escribe y que no siempre sabe como expresarlo.
En fin, se viene otro finde y ojalá sea bueno. Abrazos para todos.

miércoles, 18 de marzo de 2009

cuestionado, pero no.

Resistí bien el primer asalto, pero no sé si alegrarme o entristecerme por ello, pues la necesidad siempre está y bueh… es grandeza asumirla. El problema es que uno es pequeño y se destruye frente a esa verdad.
Hoy he sido evaluado en mi quehacer laboral y fue una experiencia bastante desagradable. No sé bien qué parte de ello me entristece, porque yo mismo había estado pidiéndolo. Creo que es mi ego golpeado y traicionado el que se queja como un ratoncito con la pata aplastada. Digamos que no fue tan distinto como ha sido siempre, pero, no sé, duele un poco que se confirme el temor de que no va a funcionar y que el amor se te va a buena parte también.
En estricto rigor, el asunto no es tan serio, pero mi condición de ansioso y ultra ultra autoexigente me tiene medio de malas. Creo que lo tomaré como un ejercicio de mesura y control y estaré diciéndome constantemente, “Remus, si tiene que pasar, pues va a pasar” a ver si a fuerza de repetirlo, me lo creo.

martes, 17 de marzo de 2009

Persiguiendo palabras

Estoy sentado frente al computador, la tele transmite una mierda de videos de accidentes y sudo muchísimo. Ignoro por qué, pero este estado de quietud culpable pone en mi cabeza libros existencialistas y cosas más o menos deprimentes. Acabo de comer, estoy ultra pajero y no quiero hacer nada.
Sin embargo, me acuerdo de ayer… después de tontear un rato en la u, luego de haber terminado mis planificaciones, me largué solo a la salita de estudios y me puse a escribir. Mucho té frío antes, Secrets leters y las palabras fluían como las notas altas y afinadas de ese Japonés. Un momento grato, acompañado de la cálida conversa virtual de un amigo. No siempre funciona y de hecho, la mayor parte de ocasiones que dedico a escribir, tengo que cazar palabras, masticarlas, y cachar si encajan, meterlas por ahí y por allá hasta formar la masa que quiero.
Demonios, no quiero hacer nada y tengo calor… tengo susto de que mi tranquilidad artificial se desmorone otra vez, pero ya veremos. Quizá postee a la noche para dejar constancia de evolución.

sábado, 14 de marzo de 2009

Canto y lata de sábado por la mañana

Hoy me he reincorporado en forma oficial al coro donde canto y para mi vergüenza, lo hice atrasado… espero que no sea un presagio. ¡Por dios que cantan lindo estos cabros! Hoy en particular, uno logró que se me pusiera la piel de gallina y me acordara de por qué he decidido seguir allí, redescubrir que también es posible servir cantando.
Nada, sólo señalar que mi sábado ha estado aburridísimo y que bueh… espero vengan días más entretes. Abrazos para todos.
Por cierto, hay una canción que me tiene ralladísimo y es raro, porque cuando la escuché por primera vez no me produjo absolutamente nada. Ahí va un link a una versión en vivo, porque aún no sé vincular como corresponde.
http://www.youtube.com/watch?v=E782nGHOr5s

viernes, 13 de marzo de 2009

A pequeños soles.

Hoy ha sido un día raro. Básicamente, porque sentí el peso del cansancio semanal de una forma nada sutil al llegar la tarde. Mi humor se malogró y los cercanos acusaron el golpe con estoicismo, como siempre. Curioso, porque hoy también he recibido una noticia que me a entibiado el corazón, poniéndole esperanza a estos días.
Hace algún tiempo ya, una amiga y yo estamos realizando juntos un taller de lecto-escritura braille en la Puc, para estudiantes de educación y para quienes compartan con nosotros la tan bullada política de la inclusión y todo aquel discurso que vende tanto como poco pesa. Este taller es gratuito y hemos disfrutado a concho la experiencia, aprendido mucho de los mismos estudiantes y fortalecido en nosotros mismos la certeza de que es la educación el camino más viable para conseguir el objetivo, más allá de lo meramente bonito y para el bronce. Pues bien; dentro de la evaluación que hicimos del último semestre, propusimos que este modelo se replicara, pero en otro campo de las NEE, tan abandonado por el sistema regular como el que más. Éste es la sordera y gracias al esfuerzo de Dge, vida universitaria de la UC, quizá contemos también este semestre con un taller similar, gratuito para estudiantes, en post de hacernos cargo de nuestro lema de “Educación para todos”.
Es muy complicado para mí explicar lo que me produce y espero que el encabezado del post permita dar luz sobre ello. No quiero entrar en el juego de describirles todo lo que hacemos para que nos pesquen en algunos lugares, pero me interesa que sepan que es una alegría inmensa y que siento que avanzamos despacio, pero avanzamos, gracias a la apertura de algunos, al cariño de otros y a la consecuencia de gente que trabaja por lo que cree. Vaya un abrazo inmenso a todos ellos, de mucha energía, porque este semestre se viene con todo y la necesitaremos.

jueves, 12 de marzo de 2009

Sufriente perdedor falaz

Ya es común entre mis amigos que se arme una buena cuando pierdo algo. Ocurre que no sé por qué, pero la mayor parte del tiempo pierdo todo. Tengo la cabeza en cualquier lado y los que me conocen y me estiman un poco, ya casi se han resignado y recogen mis bártulos, para amontonarlos más o menos cerca de donde esté. Es chistoso para ellos, dicen, porque me vuelvo loco y me pongo a hacer escándalo si lo perdido no aparece, pero es que no comprenden que es una impotencia tremenda la que baja cuando algo desaparece.
Yo sé que después de un tiempo largo, ya se vuelve casi una resignación decirle a Remus que tiene su espacio, que no deje sus cosas tiradas, que ordene el cajón para que no ande buscando las cosas después, pero lo siguen haciendo y vale por eso.
El dramón llega cuando estoy solo y cosas tan gravitantes como el bastón o las llaves han desaparecido. Las manos sudan, el humor se agria, la razón se va a buena parte, para dejar un energúmeno loco que busca y busca, generalmente sin éxito. ¡Odio que se me pierdan las cosas! Y ¡qué complicado explicar el alivio casi orgásmico que deviene enseguida de haberlas encontrado!. ¿Será que busco perderlas inconscientemente sólo para sentir ese alivio?

miércoles, 11 de marzo de 2009

Viajero parlanchín

Después de la patada en nuestras partes nobles que fue el alza del pasaje para el metro, ha sobrevenido algo que aún cuando no alivia para nada el asunto del bolsillo agonizante, sí contribuye a hacerme más feliz. Sucede que ya sea por una política institucional, ya por la buena voluntad de algunos, han comenzado a anunciar las estaciones que hasta hace poco tiempo no pescaban, es decir, casi todas.
Es ultra bacanoso escuchar las distintas formas en que lo hacen, el color que le ponen o incluso, el desgano con que algunos (son los menos) le dan al cuento. Para mí, constituye la concreción de algo que habíamos estado pidiendo hace ya varios años y un paso en la política que promulgamos unos cuantos.
Lo curioso es que ahora ya no tengo excusa para conversar con la gente, para que me cuenten sus historias y pasarme un buen rato viajando. Me preguntaba entonces, ¿Cómo sería mi vida si desapareciera el factor pedir ayuda?
Seguramente sería mucho más hosco mi rostro en el metro, seguramente sería mucho menos copuchento, porque tampoco me da el cuero así como pa llegar y entablar una conversa sin ningún motivo que la genere. Pero bueh… es una timidez absolutamente irrelevante si se considera el núcleo del post.
Si esta nueva implementación no es más que el resultado de la buena voluntad de muchos, nos quedará rogar por la constancia de la misma, para su perdurabilidad en el tiempo. Si por el contrario constituye una medida institucional, pues extiéndanse mis agradecimientos a los gestores, así como mi en hora buena, porque señores, hemos avanzado.

PD: Del horario express hablaremos en otro momento, porque aún me duele todo de sólo pensar en comentar aquello de líneas verdes y rojas y estaciones intermedias y es que el helado de pistacho y chocolate que me comí con amigos estaba demasiado rico pa agriarlo. Abrazos a todos.

martes, 10 de marzo de 2009

¿Termina el tránsito?

Más de un año es mucho tiempo, más de un año es mucho hilo que cortar en una madeja y han pasado hartas cosas a las que me referiré en términos breves.
Tras una búsqueda intensa, llena de absolutamente todo, encontré trabajo en un colegio. No hablaré mucho de ello en este post, pues constituye un eje central de mi vida actual, por lo que sabrán de ello de todas maneras. Trabajo también en una universidad, gracias a la confianza de gente muy valiosa.
Quizá lo que más he aprendido de este tránsito es que la ayuda llega de quien menos esperas y muchas veces los discursos que crees sólidos no son más que eso, discursos que de tan sólidos que son, se fosilizan hasta dejar de moverse, de vivir y de tener la fuerza que da la acción y el compromiso. No ha sido fácil y ahora tampoco lo es, quizá porque también me he acercado a comprender que el ideal no es más que eso y aunque he desarrollado una curiosa tendencia a olvidarlo, mi naturaleza romántica subconsciente lo saca a cada rato de donde intento esconderlo. Trato de aprender más todos los días, para no desistir, porque a veces no sólo no es fácil, sino que directamente muy complejo y aunque estoy muy cierto de que mi posición es mucho mejor que la de varios, demasiado a menudo afloran las inseguridades, los miedos y todo lo imaginable que puede cristalizarse en trabas.
Había decidido no escribir más en este espacio, pero comprendí que no era necesario cortar con algo que me gusta y que a lo sumo me sirve como ejercicio. Nunca termina el tránsito, pero eso es algo demasiado sabido también para extendernos. No prometo actualizaciones frecuentes, no prometo actualizaciones alegres, ni tampoco transformarme en un chico deprimido y amargoso. Intentaré escribir con frecuencia, contándoles lo que ocurra, lo que vea y cosas de esas. Gracias por pasar por aquí y preguntar, y supongo que tiempo habrá para ser extenso, jugoso en los cuentos y demases.
Un abrazo bien grande y nos vemos a la otra.