sábado, 19 de junio de 2010

Algo de tiempo ha pasado

No sé bien por qué no he escrito. Han pasado muchas cosas, pero el día a día consume mi tiempo y energías para ponerlas por escrito, al menos de una forma medianamente coherente. Quería escribir, obviamente, porque no estoy dispuesto a que suceda lo que ocurrió antes de mi silencio de un año.
Hoy por hoy, me encuentro más menos como un tipo normal a fines del primer semestre. Esto es, estresado, algo mañoso y añorando el toque del timbre que abra las vacaciones. De no ser por el cariño que hoy abunda en mi vida, por la fuerza que me entregan todos los días, no podría concretar nada.
Han pasado muchas muchas cosas, pero quisiera detenerme especialmente en algunos puntos.
El primero es el trabajo. Por estos días, me he sentido en una montaña rusa, con subidas y bajadas que hacen revolver el estómago y que no siempre tiene claros la cima y el fondo. He pasado de tener 14 horas efectivas, a casi jornada completa y eso, sumado a ciertos incidentes con alumnillos, ha hecho que la cosa se vuelva desafiante, compleja y siempre intensa.
Hay tantas cosas que me gustaría decir sobre el trabajo; tantas consideraciones que siento deben tomarse en cuenta. Yo personalmente, estoy en un espacio de personas inteligentes, que saben lo complejo de la empresa que construimos día a día y por tanto, que un topo sí o sí necesita ciertas cuestiones para ejercer adecuadamente. Agradezco por ello, perfectamente consciente de que no es el común de los casos. Espero poder, más adelante, reflexionar con calma sobre los trabajos y la condición de topos.
El otro aspecto es el canto. Desde hace algunos días, particularmente desde que me recuperé de un resfrío bien molesto, he sentido que mi voz se ha roto. No sé bien por qué ,pero me cuesta mucho cantar; siento que se quiebran las notas, que no suena bien.
Imagino que debe tener que ver con que el esfuerzo de las clases ha aumentado y con él el uso indiscriminado de la voz, pero no me consuela saberlo. Es bien frustrante y necesito que pase pronto.
Finalmente, recomendar el libro que estoy leyendo, cuando tengo unos minutitos. Se llama El imperio final y es la primera parte de una trilogía de Brandon Sanderson, excelente escritor de novelas estilo “La rueda del tiempo” con una trama aparentemente simple, al modo tolkeniano, pero con una extraordinaria forma para resignificar la estructura tipo de estas novelas y construir elaboradísimas redes sociales, económicas y políticas, que dan verosimilitud a sus tramas y personajes.
Lo recomiendo encarecidamente a quienes gusten del género y dejo parte de la contraportada para ver si enganchan.
Con respecto a mí, nos veremos pronto. Lamento la tardanza y ya seré más específico con las cosas.
Un abrazo grande para todos.

"Durante mil años, han caído las cenizas y nada florece. Durante mil años, los skaa han sido esclavizados y viven sumidos en un miedo inevitable. Durante mil años, el Lord Legislador reina con un poder absoluto gracias al terror y a su divina invencibilidad. Le ayudan los «obligadores» y los «inquisidores», junto a la poderosa magia de la «alomancia», que reside en los nobles. Algunos, sólo algunos, son capaces de «quemar» los metales que han tragado y que les otorgan poderes sobrenaturales. Diferentes metales, actuando en pares, otorgan poderes distintos.
Pero los nobles, demasiado a menudo, han tenido trato sexual con jóvenes skaa y, aunque la ley lo prohíbe, algunos de sus bastardos han sobrevivido. Y algunos han heredado los poderes alománticos. Los «brumosos» (mistings) tienen sólo uno de esos poderes, pero los «nacidos de la bruma» (mistborns) son capaces de dominarlos todos.
Ahora, Kelsier, el «superviviente», el único que ha logrado huir de los Pozos de Hathsin, ha encontrado a Vin, una pobre chica skaa con mucha Suerte... Tal vez los dos unidos a la rebelión que los skaa intentan desde hace mil años puedan cambiar el mundo y la atroz dominación del Lord Legislador. “

Editorial: Ediciones B
Género: Fantasía
Editorial: Ediciones B
Colección: Nova

4 comentarios:

elalcaravan dijo...

en el trabajo ojalá todo te resulte bien, en cuanto a la voz, vas a tener que cuidarla y hacer antes que empieces a cantar, ejercicios, para ver si la puedes recuperar, saludos.

whoa great bananas! dijo...

Cacha que me terminan siempre molestando un poco los libros que inventan países, continentes y razas con nombres como "los sakhar" de "Ibrenia" en el mundo de "Kalpsidar". Encuentro que suena feo y un poco cuma. Mala selección estilística en general, supongo.
Y digo, cuesta tan poco buscar un país e informarse y conjeturar, que no siempre entiendo tales decisiones.
Sí, sí, la sátira velada. Sí, sí, la intención apolítica. Todas esas cosas son weás, igual que mi "crítica".
Pero me causan espasmos de vómito.

(Hacía como un mes que no me metía a tu blog. Estuviste mil callado.)

momo-tongs dijo...

querido querido remus, jajajaj, bueno, la más contenta de que estés cantando otra vez, soy yo, porque podremos hacer esos duetos que hacíamos antes, y podré reírme con tigo en el coro, jajajaaa!
en cuanto al libro, me tinca, me gustaría leerlo, pero ya pa bacaciones de verano, porque me meto mucho en las tramas, y quiero seguir, y en la u, el que pestañea, pierde.
Nos vemos, y suerte hoydía en tu viaje a linares, que descanses, un abrazooooote chremendo

Remus Albus Vel dijo...

Muchas gracias por comentar y disculpen la tardanza.
Alcaravan: Sí. Afortunadamente, fui al fonoaudiólogo y no tengo nada serio. Esta semana empiezo mi terapia para mejorar la técnica. Gracias por comentar siempre querido.
Tetsu: Nada diré sobre tus valoraciones, pero sí sobre mi silencio. Es curioso. nunca me había ocurrido que no subo lo que escribo. Tenía entradas sobre el mundial y cosas contingentes, pero bla. Lo pasado pasado.
Gracias por comentar.