sábado, 10 de abril de 2010

Desde todas las esquinas

Hace ya algún tiempo, nos involucramos en un interesante proyecto unas amigas y yo. Se trataba de realizar un programa de radio, cuya finalidad tenía que ver con tratar la discapacidad y las distintas oportunidades de inclusión. Como seguramente saben quienes leen este espacio, el tema me apasiona, enerva y disgusta, por lo que un cúmulo tal de emociones no podía mantenerme lejos por mucho rato de aquello. La plataforma en que el proyecto se llevó a cabo fue Radio Uc y la primera temporada resultó bastante intensa para nosotros, pues al ser absolutamente inexpertos (los conductores) en lo que se refiere a programas de conversación, tuvimos que aprender, llevarnos varios retos y trabajar durísimo. Finalmente, fuimos bastante bien evaluados y nos ganamos el derecho a realizar una segunda temporada. Esta vez, pretendemos darle a la temática un enfoque mucho más humano, abordándola desde las propias personas, ya lejos de las instituciones. Queremos ahondar en lo que hemos llamado lo “políticamente incorrecto” pues nos sigue pareciendo necesario resignificar el discurso típico que rodea este tema.
No contamos aún con todos los recursos de difusión que quisiéramos; tampoco con los recursos fácticos que nos gustaría, pero sí tenemos ganas y mucha convicción en la verdad de lo que transmitimos. Por lo mismo, es fundamental contar con su participación. Para ello, hemos habilitado un correo electrónico, un blog y prontamente haremos presencia en Facebook. Es imprescindible contar con ustedes, tanto en lo discursivo como en lo concreto, porque sólo con sus sugerencias, comentarios y aportes podremos enriquecer el proyecto y llegar a lugares que no planeábamos.
Ahora bien. Con el fin de ser claros, es preciso señalar que no somos un programa de entretención. Queremos golpear, generar incomodidad, si cabe, generar que se detengan y miren; que pongan atención a las esquinas de la realidad, por lo menos, para reflexionar, en función de una sociedad distinta.
Ahora salimos los jueves a las tres de la tarde, con repetición los miércoles a las ocho y treinta de la mañana. Las formas de escucharnos son las siguientes:
www.radiouc.cl
A través de la página de podcaster. Allí se pueden descargar los programas ya emitidos hasta el último.
www.podcaster.cl
Finalmente, para los más tradicionales, la radio normalita, en el 660 Am. Los jueves a las tres de la tarde y martes a las ocho y treinta de la mañana.
Nuestro correo, para quienes quieran escribirnos es
desdetodaslasesquinas@gmail.com
Eso sería, queridas y queridos. Un abrazo grande y nos vemos a la otra.

5 comentarios:

Li Girasol dijo...

leo esto y me siento tan orgullosa por todo lo que logramos juntos, pero a la vez me da pena no estar. Es extraño, hay tantas cosas que extraño. Poder reírnos a mares, salir como ogros los miércoles después de las grabaciones, las cheladas muchos viernes después del taller.

Me hacen falta, Guille, mucha falta.

Toshi dijo...

Woooa!! que bueno saber eso... porque el año pasado te quedaste en el "estamos haciendo un programa de radio" y nunca nos diste los datos!! así que recurriendo a la tradicional radio... vamos a oír! mira que no puedo estar pegada al pc tan temprano, ajajajaja. Que alegría que la tecnología ahora nos de hasta celulares con radio!!

Estaré ahí escuchando y si, bueno... si hacen sentir incómoda a la gente haciéndole pensar en aquellas cosas que quizás parezcan indeseables, tanto mejor para mí!! me encantan esas cosas... mientras más indeseable, mejor, jajaja.

Ahí estaré escuchando!! muchos saludos!!

elalcaravan dijo...

interesante programa, lo escucharé entonces, ojalá les vaya súper bien, es importante que se realicen estos programas.

whoa great bananas! dijo...

Me acuerdo de cuando te vi en el diario. Creo que era un domingo, pero no sé, no puedo acordarme. Un diario en el baño, abierto. Una foto. Tu cara sonriente.
"¡Weón, es el Guillermo!" me dije. Y leí la noticia, que en realidad era una mierda, y me dejé una anotación de calendario.
El día de la semana en que comenzó tu programa, estaba atento. Listo. Preparado y decidido. Conecté los audífonos al computador y esperé. Y puse la transmisión en línea antes de tiempo.
-Porque tenemos que discutir la igualdad-dijiste, de golpe, nervioso.
-Así es, y es necesario entender-dejé de poner atención. Toda mi información era incorrecta. El programa había empezado una hora antes. Weón, toda una hora antes.
-Profesora, muchas gracias por haber estado con nosotros-dijiste. Y la voz de niña que no era la tuya, y que sonaba tan simpática, también se despidió.
-La mejor música nacional en este espacio-cerré la ventana con el reproductor.
Sonabas igual. Sonabas igual a ti. Nervioso y confundido, un poco entregado, y fue la raja. No te había escuchado en meses, quizás un año. Y me dio risa la inversión del reconocimiento. Porque eras tú en pleno sonido.
-Hola Guille-alguien te decía a veces.
-Hola, eh-decías tú.
-Soy (el/la) (Pancho/Fran).
-Sí, sí, ¿cómo estái?
-Bien, ¿y tú? El otro día te vi en (el metro/la facultad).
Y te reconocí en tu voz de niña.
No volví a escucharlo. Y es que no era tanto lujo poder hacerlo.
La única vez que lo escuché fue igual que cuando sientes ese viento rancio de algún lado que no es tan rancio porque te recuerda a otro viento en alguna fecha irrelevante.
-A la gente casi siempre la reconozco de inmediato por el tono-me dijiste algún día. Y sí, mis preguntas siempre tenían un tinte penca de ingenuidad. Pero siempre se entendió (y eso que trataba de ocultar a cada rato lo ingenuo que era, pero sólo como una fachada formal, porque preguntaba todas las weás igual).
-Pero igual es penca, porque te topái con mil personas y como que siempre caes bien.
-Sí, pero es porque soy ciego.
-Ya, pero también eres demasiado amistoso.
-Quizás.
Y me vuelvo a acordar de tu foto en el diario. Sonriendo.
-¡Weón, es el Guillermo!
Porque todas nuestras instancias han sido súper accidentales, ¿no crees? Era obvio que te iba a ver de pura cuea en el diario.
Por estos días se me van las fechas. Parece que siempre se me fueron.

Remus Albus Vel dijo...

¡Muchas gracias por sus comentarios! Me hacen feliz.
M.i.n.k!: Yo también te echo de menos, creo que me hace falta esa complicidad que sólo da el cariño y el trabajo juntos a gran escala. Jajajaja… ahora casi nadie entiende por qué siempre ando corriendo y con más compromisos de los que puedo hacer. Te quiero, amiga.
Akira: Gracias por pasarte por aquí, linda. Eres muy amable siempre y eso es bacanoso. Dale; escúchanos y nos cuentas qué onda.
Alcaravan: Gracias por pasarte por acá. Espero que nos escuches y des tu opininión también. Por cierto, Pronto me pasaré por tu blog a comentar. Saludos!
Tetsu: Tiene un toque melancólico tu escrito que medio me enternece. Sí, fue fortuito, pero interesante. Todavía me acuerdo de tu impresión por la foto. A decir verdad, nunca puse atención a tu “tono ingenuo” al preguntar cosas. Siempre te contesté igual, porque siempre respondo preguntas que ayuden a que la cosa “relación” sea más honesta.
Que estés bien, Hueón y gracias por comentar.